En un comunicado, la compañía indica que el año pasado aumentó el volumen de pedidos un 5 por ciento, hasta un valor total de 62,200 millones de libras (74,000 millones de euros), debido a la mayor actividad en el sector aeroespacial civil.
Rolls-Royce, que espera seguir creciendo este año, registró además unos beneficios brutos de 1,105 millones de libras (1,316 millones de euros) y un beneficio operativo de 1,186 millones de libras (o 1,412 millones de euros).
Tuvo una facturación récord, de 11,124 millones de libras (13,250 millones de euros), aproximadamente un 4 por ciento más que en 2010.
La empresa valoró muy positivamente estos resultados, que se traducirán en un dividendo para los accionistas correspondiente a 2011 de 17.5 peniques (20.8 céntimos de euros) por acción, frente a los 16 peniques pagados el año precedente.
"El aumento del número de encargos nos permite vislumbrar futuros beneficios y demuestra la confianza que los clientes nos tienen", declaró el consejero delegado, John Rishton.
Rishton señaló que se esperan buenas oportunidades de crecimiento tras la adquisición el año pasado junto con Daimler (propietario de Mercedes-Benz) del fabricante alemán de motores Tognum, por unos 3,000 millones de libras (3,573 millones de euros, al cambio de hoy).
Además, el incremento de la demanda en el sector aeroespacial civil ha compensado la pérdida de ingresos por la reducción de los presupuestos de Defensa de los gobiernos, lo que demuestra "que aún hay oportunidades de negocio".
"Para 2012 esperamos un buen crecimiento tanto en facturación como en beneficios brutos, con una liquidez estable mientras continuamos invirtiendo en el crecimiento futuro", afirmó el directivo.