El fabricante automovilístico General Motors ha acordado con las autoridades estadounidenses pagar 23.8 millones de dólares para poner fin a una demanda por contaminación medioambiental por los daños causados por la compañía durante décadas en los estados de Nueva Jersey, Maryland y Misuri.
El fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, anunció el acuerdo con General Motors, por el que la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) recibirá 20.9 millones de dólares en acciones y garantías de la compañía.
Además, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos correrá con los gastos de limpieza de las áreas afectadas, que ascienden a 2.89 millones de dólares, según precisó la oficina del fiscal en un comunicado de prensa.
Las autoridades acusaban a General Motors de haber vertido sustancias contaminantes, entre ellas PCB o bifenilos policlorados (un químico altamente tóxico de origen industrial), al río Passaic desde su fábrica en Harrison (Nueva Jersey) entre 1917 y 1970.
La empresa también había sido acusada por el traslado de residuos contaminantes desde su planta en Baltimore (Maryland) a un vertedero cercano entre 1963 y 1973, lo que provocó daños medioambientales, y por algo similar en otra planta de St. Charles (Misuri).
"Este acuerdo es el décimo en una serie de pactos por las responsabilidades medioambientales de General Motors (antes de declararse en bancarrota) que han recuperado ya más de 860 millones de dólares en efectivo", detalló la Fiscalía en el mismo comunicado.
El acuerdo, que debe recibir el visto bueno del juez del Tribunal de Bancarrota de Nueva York Robert Gerber, es el resultado de las demandas presentadas por las autoridades estadounidenses por los daños al medio ambiente causados en más de 100 fábricas de General Motors antes de que la compañía se declarase en bancarrota en 2009.
En junio de ese año, la compañía protagonizó la mayor quiebra industrial de la historia de Estados Unidos que obligó al gobierno a intervenir, y tras ese proceso de reestructuración nació la "nueva General Motors", de la que Estados Unidos aún posee una cuarta parte.
A menos de dos horas para el cierre de la sesión en la bolsa de Nueva York (NYSE), las acciones de General Motors bajaban el 0.93 por ciento para cambiarse por 24 dólares, al tiempo que en los últimos doce meses se han devaluado un 34.26 por ciento.