Fuentes del Ejecutivo español han informado de esta decisión al concluir la "minicumbre" que han celebrado en Cannes (Francia) los líderes de Francia, Nicolas Sarkozy; Alemania, Angela Merkel; España; José Luis Rodríguez Zapatero, e Italia, Silvio Berlusconi, además de los máximos representantes de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, el Consejo, Herman Van Rompuy, y el FMI, Christine Lagarde.
La cita, presidida por la incertidumbre sobre el futuro del gobierno de Yorgos Papandreu, ha servido, según estas fuentes, para decidir implementar cuanto antes el nuevo Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que según el diseño acordado en la cumbre europea la semana pasada, estará dotado con un billón de euros.
El nuevo fondo contará con una entidad paralela, un vehículo de inversión especial, que funcionará como una agencia financiera y que se abrirá al capital tanto de los países europeos como de inversores institucionales.
Además, podrá abrirse a capital externo de países emergentes, como China y Brasil, aunque de momento estos países han mostrado su cautela sobre la posibilidad de invertir en el nuevo fondo de rescate.
El nuevo FEEF podrá comprar deuda en el mercado primario y secundario, ayudar a recapitalizar los bancos y conceder préstamos de liquidez de manera preventiva a países con problemas.
Todos los participantes en la minicumbre han coincidido, según las fuentes, en la necesidad de que se active "lo antes posible" para garantizar la estabilidad de los mercados de la zona del euro.
El foco de atención de la reunión, han destacado las fuentes, ha estado en todo momento en Grecia, en la posibilidad de que finalmente celebre un referéndum sobre su segundo paquete de rescate o de que caiga el gobierno de Papandreu.