La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) consideran que la situación del hambre en el mundo es alarmante, debido al constante incremento de la población mundial y a la fuerte subida de los precios de los alimentos.
"Una de cada siete personas que viven en el mundo se va a la cama con hambre, la mayoría de ellas mujeres y niños", manifestó Lauren Landis, directora de la oficina del PMA en Ginebra durante la inauguración de una exposición para denunciar este problema.
Landis, que presentó en el Palacio de Naciones la muestra "Luchando contra el hambre juntos", recordó que "el hambre mata a más gente cada daño que el sida, la malaria y la tuberculosis".
El objetivo de la FAO y del PMA es alertar de este problema para encontrar soluciones a la actual volatilidad del mercado de alimentos y lograr pasar de una situación de crisis a una de estabilidad que garantice el suministro para toda la población.
Entre 2005 y 2008, los precios de los alimentos alcanzaron su nivel más alto de los últimos 30 años, con incrementos especialmente preocupantes en alimentos básicos como el maíz, que ha subido un 74 por ciento en los últimos 18 meses, o el arroz, que ha subido un 166 por ciento.
Esto ha derivado en los últimos años en episodios de agitación civil en una veintena de países, en una situación que se vio exacerbada por el inicio de la crisis económica internacional en 2008 y por la entrada en juego de los especuladores.
Abdessalam Ould Ahmed, director de la oficina de la FAO en Ginebra, explicó a Efe que "la situación ha tomado un giro dramático a partir de 2008, cuando los precios alcanzaron un pico histórico y casi se doblaron en el periodo de tres o cuatro años".
"Tras un lento 2009, estamos otra vez con los precios en una situación de alza. La situación ahora es más dramática por el incremento de los precios, la crisis y otros problemas que limitan la capacidad del sector agrícola para responder a la demanda", dijo.
Ahmed señaló que hay "muchas razones detrás de la subida de los precios", entre las que citó que "cada año hay en el mundo 80 millones más de bocas que alimentar" y que los países en desarrollo aumentan su nivel de vida, incrementando la presión alimentaria.
"Estos países han aumentado su consumo de carne y de otros alimentos nutritivos que necesitan de una producción muy intensiva, sobre todo en lo que se refiere al consumo de cereales", afirmó.
También subrayó el papel importante que juega la especulación, con "grandes inversiones en juego en el mercado de alimentos para aprovecharse de la situación actual, lo que está exacerbando la subida de los precios y la volatilidad".
El representante de la FAO afirmó que la actual hambruna que afecta a cientos de miles de personas en el Cuerno de África debe ser "una llamada de atención" para muchos otros países que se pueden ver abocados en el futuro a una situación similar.
"Muchos países están expuestos a una crisis así. Es una crisis compleja, con un país roto por la guerra, pero crisis como esta se pueden repetir en otros lugares, donde se combinen la sequía, los altos precios de los alimentos y la inestabilidad", advirtió.