Dicha declaración -lanzada por la Presidencia de la COP29- ha pedido además la integración de medidas de mitigación y adaptación relacionadas con el agua en políticas climáticas nacionales, incluidas las contribuciones determinadas a nivel nacional y los planes de acción nacionales.
Para apoyar estos esfuerzos, los signatarios trabajarán juntos en la generación de evidencia científica sobre las causas y los impactos del cambio climático en los recursos hídricos y las cuencas hidrográficas, a través del intercambio de datos y la creación de nuevos escenarios climáticos para toda la cuenca.
La declaración también ha sido respaldada por destacados actores no estatales, incluidos WWF, Water.org y Water Equity, el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo y el Banco Islámico de Desarrollo.
El presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, ha señalado que el agua es el vínculo que une las crisis climática, de biodiversidad y de desertificación y mejora la colaboración entre países y entre las COP, por lo que estas iniciativas permitirá actuar en los tres frentes.
Inger Andersen, Directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ha manifestado que con impactos climáticos, cada vez más extremos, es muy importante gestionar los ecosistemas de agua dulce y ayudará a fortalecer las prioridades en materia de agua dentro de la agenda climática mundial.