Estas asociaciones y las de otros 16 países de la UE demandaron a Activision Bizzard, Electronic Arts, Epic Games, Mojang Studios, Roblox Corporation, Supercell y Ubisoft ante la Comisión Europea y las autoridades nacionales por vender gemas, puntos o monedas virtuales que los usuarios compran con dinero real para poder avanzar en el videojuego.
En concreto, alegan que los consumidores no pueden ver el precio real de estos productos virtuales, de tal manera que la falta de transparencia y la necesidad que tienen de comprarlos para seguir jugando, les induce a gastar más dinero.
Y piden a las empresas de videojuegos que informen del coste que estos productos tienen en dinero real.
Además, aseguran que las afirmaciones de estas empresas de que los jugadores prefieren comprar dinero virtual "son erróneas", ya que "muchos consumidores consideran que ese paso es innecesario y engañoso y prefieren comprar artículos directamente con dinero real".
Señalaron también que "a menudo se priva a los consumidores de sus derechos" a la hora de adquirir los productos virtuales, que están ligados a "cláusulas abusivas que favorecen a las empresas de videojuegos".
Por último, alertaron del impacto que estas "tácticas de manipulación" tienen en los menores, el 84 % de los cuales tiene entre 11 y 14 años y que, según sus cálculos, gastan una media de 39 euros al mes.
"El mundo en línea plantea nuevos desafíos para la protección del consumidor, y no debería ser un lugar donde las empresas modifiquen las reglas para aumentar sus ganancias", dijo el director general de BEUC, Agustín Reyna, en un comunicado.