Unas 40 organizaciones gubernamentales, académicas, representativas de comunidades indígenas y de la sociedad civil acordaron escoger el 23 de agosto como el Día Internacional del Guanaco, fecha que "representa una oportunidad para brindar información y generar conciencia acerca de la importancia de su conservación", informó en un comunicado la organización Wildlife Conservation Society (WCS) Argentina.
Según la WCS, en los últimos 200 años la población de guanacos disminuyó de unos 20 millones de individuos a aproximadamente 2.5 millones.
El guanaco (lama guanicoe) está actualmente presente en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú, pero su estado de conservación difiere de un país a otro.
La mayor parte de los ejemplares se concentra en el sur de Argentina y Chile, mientras que en Bolivia, Paraguay y Perú hay poblaciones pequeñas y aisladas que corren riesgo de extinción local, como sucedió en Ecuador.
Diversas organizaciones establecieron un día internacional para generar conciencia sobre la importancia del rol ecológico de este herbívoro silvestre y sus procesos migratorios transfronterizos.
Eligieron agosto para honrar al guanaco en cercanía con la festividad de la Pachamama que se celebra en las regiones andinas cada año el 1 de ese mes.
En esta primera celebración, el foco está puesto en la conectividad y la integridad ecológica de los ambientes donde se mueven los guanacos.
El guanaco depende de hábitats extensos y conectados para alimentarse, reproducirse y evitar depredadores.
Además de contribuir a la conservación de la especie, sus movimientos son parte de procesos que permiten la regeneración de las pasturas y ayudan a los suelos a almacenar carbono, "desempeñando un rol clave en la mitigación y adaptación al cambio climático, favoreciendo la integridad del ecosistema", destaca el comunicado.
"Pero sus migraciones, como las de otros grandes herbívoros, son uno de los procesos ecológicos más amenazados a nivel mundial, por causas como la degradación del hábitat por el sobrepastoreo y las industrias minera, petrolera y energética, la colocación de barreras, como alambrados, rutas y urbanizaciones, y la escasez de agua y alimento por la crisis climática", advirtió WCS.
Según criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en Perú, Bolivia y Paraguay el estado de conservación del guanaco está categorizado como "críticamente amenazado".
En Chile, en gran parte de su territorio se define como "vulnerable", a excepción de las regiones de Aysén y Magallanes donde se considera de "preocupación menor".
En Argentina también se considera de "preocupación menor" y, aunque en zonas de la Patagonia (sur) se ha recuperado en décadas recientes, su población está fragmentada en grupos pequeños y relativamente aislados.
Por eso, las organizaciones reclaman que, para facilitar la naturalidad de sus recorridos estacionales y de dispersión, se cree una red de áreas protegidas interconectadas por corredores de vida silvestre, manteniendo así los procesos ecológicos y evolutivos en las grandes extensiones por donde el guanaco transita.