"Nosotros, las empresas y asociaciones empresariales firmantes que operamos en Bélgica y en toda la UE, les solicitamos, como representantes clave de la Presidencia Belga del Consejo de la UE, que aseguren la adopción final de la Ley de Restauración de la Naturaleza durante la Presidencia Belga", arranca la misiva.
Los firmantes, entre los que se cuentan también marcas como los supermercados Spar, la cementera mexicana Cemex, las patronales europeas del sector de la energía eólica y fotovoltaica, Solar Europe y Wind Europe, o el banco Triodos, lamentan que "ha habido una alarmante pérdida de hábitats naturales" que, junto al cambio climático, pone "en riesgo los medios de vida humanos y las bases de nuestras actividades económicas".
El texto busca presionar a los Estados miembros para que den el aprobado final a una controvertida normativa que, tras estar a punto de estrellarse en el Parlamento Europeo, se ha atascado en su tramitación final en el Consejo (que representa a los países de la UE).
El reclamo de las empresas llega después de que el pasado 15 de mayo un grupo de once Estados miembros, entre ellos España, reclamase al resto de los Veintisiete que aprueben la normativa para reparar los ecosistemas dañados, que se ha convertido en un símbolo del debate en torno a la agenda verde al calor de las elecciones al Parlamento Europeo.
Se trata de una de las leyes más trabadas de la legislatura comunitaria que termina, y que tras su aprobación por la Eurocámara se suponía ya finiquitada, a falta del último sello oficial, pero que ha vuelto a encallar en el Consejo.
Se ha roto el consenso entre los Estados miembros, que habían respaldado provisionalmente el texto, después de que Hungría se sumase el pasado febrero al grupo de países críticos, donde ya estaban Finlandia, Suecia, Países Bajos, Austria, Polonia, Bélgica e Italia, imposibilitando así una mayoría a favor de aprobarla.
"Para revertir la curva del declive de la biodiversidad, proteger los lugares naturales restantes no será suficiente; también necesitamos invertir en la restauración a gran escala", señalan las empresas que firman la carta.
El texto legal, iniciativa que la Comisión Europea presentó en junio de 2022 para obligar a reparar al menos el 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos degradados de la UE en 2030 y todos ellos para el 2050, ayudará a "sostener empleos, las bases de las actividades económicas y los sectores que dependen de ecosistemas saludables", dicen las empresas.
"Más del 50% de la economía global o del PIB global depende en gran medida o moderadamente de la naturaleza. Nosotros, las empresas, necesitamos los recursos naturales y los servicios ecosistémicos que ahora están bajo amenaza por la pérdida de biodiversidad y el cambio climático", señalan.
Esas firmas consideran que la inacción conducirá a "interrupciones costosas en las cadenas de suministro, menor productividad y mayores costos operativos", mientras que aprobarla contribuirá a preservar los recursos necesarios para sus negocios.
Los ministros de Medioambiente analizarán de nuevo el expediente el próximo 17 de junio.