En un comunicado, el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (Mona) de Tasmania indicó que los visitantes podrán escuchar treinta minutos de los dos CD del álbum, que fue vendido por 4 millones de dólares (3.67 millones de euros) y hasta ahora solo han oído unas pocas personas en todo el mundo.
Los discos compactos, que se encuentran dentro de una lujosa caja de piel y plata, forman parte de la muestra 'Namedropping', que incluye unos 200 objetos y obras de arte relacionados con nombres de 'estatus' especial como Porsche, Picasso o Pompidou.
"De vez en cuando, un objeto de este planeta adquiere propiedades místicas que trascienden sus circunstancias materiales. 'Once Upon a Time in Shaolin' es algo más que un álbum", dijo el director de los comisarios del museo, Jarrod Rawlins.
Con aforo limitado, los visitantes del museo podrán escuchar parte del álbum en una PlayStation 1 personalizada de Wu-Tang Clan, que creó una sola copia del disco y sin posibilidad de que sea copiado en 88 años en una crítica contra la industria de la música.
Mona precisó que repartirá algunas entradas gratuitas cada día para la reproducción del disco, que se podrá escuchar en dos sesiones al día en el estudio Frying Pan del museo.
El colectivo PleasrDAO, dueño del disco, afirmó que la intención del grupo originario de Nueva York fue "redefinir el significado de la propiedad y valor de la música en un mundo de 'streaming' y de mercantilización de la música".
Wu-Tang Clan vendió en 2015 'Once Upon a Time in Shaolin' en una subasta en la que fue adquirido por Martin Shkreli, un magnate farmacéutico, por 2 millones de dólares y en 2021 fue comprado por PleasrDAO, después de que Shkreli fuera acusado de fraude y el disco fuera requisado por las autoridades estadounidenses.
Otro objeto de culto musical en 'Namedropping' será un documento con la letra manuscrita de David Bowie de la canción 'Starman', con correcciones y ediciones incluidas.
El museo Mona fue objeto en abril de polémica cuando un tribunal le obligó a admitir a hombres en una sala especial en la que solo podían acceder mujeres y que contenía un cuadro de Picasso, entre otras obras.
La comisaria del 'Ladies Lounge', Kirsha Kaechele, indicó que su objetivo era reflejar "la segregación histórica de genéro", pero un hombre al que le denegaron la entrada denunció al museo por "discriminación" y ganó el juicio.