Munro padecía demencia desde hace más de una década y su familia anunció al periódico The Globe and Mail que la escritora murió en la noche del lunes en una residencia para mayores en la provincia canadiense de Ontario.
La escritora, que nació en el seno de una familia de granjeros en Ontario durante la Gran Depresión, se inició en la literatura escribiendo sobre el mundo rural en el que creció: los graneros decrépitos, los campamentos de casas móviles y viejas iglesias.
Munro, cuyo nombre de soltera era Alice Ann Laidlaw, consiguió una beca para estudiar en la universidad donde conoció a su primer esposo, James Munro.
La pareja se trasladó al oeste de Canadá y en 1963 se asentaron en la localidad de Victoria, donde abrieron la Librería Munro.
Alice Munro empezó a despuntar como escritora en 1968 cuando ganó el más importante galardón literario del país, Governor's General Award, con una colección de historias, 'Dance of the Happy Shades'.
La autora volvió a ganar el premio en 1978 con otra colección de historias, 'Who Do You Think Your Are?'.
Sus escritos se publicaron en algunas de las revistas más prestigiosas del mundo, como The New Yorker, Harper's Magazine, The Paris Review y Mademoiselle.
Sus relatos están poblados por mujeres fuertes, ocultas bajo una apariencia apacible, situadas en escenarios rurales, pequeñas localidades de Ontario.
En 2013 le llegó el máximo reconocimiento internacional, el Premio Nobel de Literatura, que la academia sueca le concedió como "maestra del relato corto contemporáneo". Cuatro años antes había ganado el premio Man Booker International.
El Nobel a Munro, el primero y único hasta ahora para un escritor canadiense, fue aplaudido por literatos de todo el mundo.
Poco después de que la academia anunció su decisión, la escritora española Elvira Lindo expresó su alegría a la vez que recordó que "fue una persona muy discutida en los primeros momentos de su carrera por ese doble papel que tenía de ama de casa y de literata, lo cual llevaba a los académicos a despreciar su papel en la literatura".
El chileno Pablo Simonetti, aseguró que Munro devolvió "al cuento su esplendor" gracias a sus relatos con "personajes mínimos, mujeres sometidas a las tensiones domésticas de sus vidas, tensiones que se agravan por un entorno machista, pueblerino, despojado de comodidades".
Fueron esos personajes femeninos fuertes los que sirvieron de inspiración al cineasta español Pedro Almodóvar para el guión de 'Julieta', su vigésima película. El director reconoció en 2016 que el libro 'Escapada' ('Runaway') de Munro fue su inpiración.
"Volví a husmear en el borrador hace dos años. Me gustó más de lo que esperaba y probé a que la historia ocurriera en nuestro país. Según avanzaba la versión española me iba alejando de Alice Munro, tenía que volar con mis propias alas", declaró Almodóvar.