"Necesitamos desmantelar activamente los estereotipos dañinos, necesitamos campañas de información pública que celebren la diversidad y sistemas educativos inclusivos y no discriminatorios", recalcó en una presentación ante el Consejo de Derechos Humanos sobre el odio religioso.
El órgano de Naciones Unidas aprobó el pasado julio una resolución que encomendaba a Türk que hiciera un análisis de las causas y el impacto del odio religioso, tras episodios de quema del Corán en países del norte de Europa.
El alto comisionado dijo que las brechas que hay en los marcos normativos de los distintos países permiten que el odio y la discriminación por motivos religiosos se incrusten en las sociedades.
Asimismo, planteó que todas las redes sociales asuman su responsabilidad en esta cuestión y adopten políticas de moderación de contenidos y respetuosas de los derechos humanos.
Como soluciones iniciales, planteó formaciones para los agentes de seguridad y del sistema judicial, para entidades o personas que cumplan funciones religiosas, profesores y profesionales de los medios de comunicación.
"Con esto no queremos decir que los gobiernos no estén haciendo esfuerzos para luchar contra el odio religioso en sus leyes y políticas, pero éstos deben ajustarse (a cada circunstancia), contener medidas proporcionadas y ser aplicados con sentido de igualdad", sugirió.
Sostuvo que en lugares donde las leyes se fundan en la censura, la represión y la discriminación, las críticas y el debate legítimos pueden ser silenciados.