"Entre los criminales y la corrupción de las instituciones se les ha tratado peor que a animales. Creo que es una deuda que nosotros tenemos con nuestros hermanos centroamericanos", dijo a la prensa el poeta Javier Sicilia, quien encabeza el MPJD.
Antes de partir desde el Templo Mayor de la capital, los participantes, que viajan en 14 autobuses, guardaron "un minuto de silencio" por las más de 40,000 víctimas de la violencia en México, que Sicilia cree que rebasan ya las 50,000.
En su viaje de varios miles de kilómetros, la caravana planea llegar hasta Ciudad Hidalgo (Guatemala) en desagravio de los abusos que cientos de miles de indocumentados sufren cuando cruzan México.
Además, Sicilia explicó que se buscará evidenciar la gran "reserva moral" que hay todavía en los ciudadanos y "mostrar la marginación, pobreza y abandono en el sur de México, que vive violencia del Estado más que del crimen organizado".
"El sur es distinto", recordó el activista a un lado del Templo Mayor de la capital mexicana, al referirse a una zona del país con gran tradición "de movimientos sociales y civiles que no hay en el norte".
Por su parte, el expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) Emilio Álvarez Icaza indicó que la caravana busca atender reclamos de víctimas diversas, "las que sufren el ataque de la delincuencia y el Estado que no las protege".
Pero también las víctimas de "la pobreza, la desigualdad" y aquellas con las se tiene "una deuda histórica que no ha sido subsanada, como los pueblos indígenas", apuntó.
Sicilia, quien ya protagonizó una marcha hacia el norte del país en junio pasado, dijo que se busca "sumir en la paz" y "en el consuelo" a la zona más meridional de México.
A sus interlocutores va a escucharlos y a "hablar sobre la paz y sobre la unidad nacional" para tratar de "construir ese mínimo suelo" que haga posible "salvar la democracia".
"El país está tan duro, tan dolorido, tan agraviado, que las soluciones no son rápidas ni mágicas", recalcó.
De nuevo el poeta recurrió a imágenes simbólicas, como ha hecho en todos sus discursos, y se refirió a México como una "casa" muy "destruida".
"La llaga (de la violencia), que es el norte, se ha ido recorriendo hacia el sur", apuntó al referirse a que también en estados como Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Chiapas hay dolor y sufrimiento.
Las comunidades indígenas tendrán protagonismo en esta caravana del sur, durante la cual el movimiento las va a "escuchar" en un intento de hacerlas visibles.
"Este movimiento le ha dado la palabras a las víctimas, a las no visibles, a las negadas de esta guerra (contra el crimen organizado)" y ahora busca agregar a las víctimas "del despojamiento de las economías modernas y las economías globales", añadió.
El poeta mexicano, quien perdió a su hijo Juan Francisco a fines de marzo a manos del crimen organizado, lanzó en abril un movimiento que en poco tiempo se ha convertido en un referente de la sociedad civil mexicana.
Arropado por expertos, el MPJD ha logrado sentarse a hablar de tú a tú con el presidente de México, Felipe Calderón, así como con los legisladores, pero aún no con el Poder Judicial, muy criticado por los altos niveles de impunidad que existen en México.
Entre sus demandas más importantes, destacó la de crear una ley integral de protección a víctimas y mecanismos de reparación desde el Estado que sirvan para paliar el dolor que se les ha infligido por acción u omisión.
El poeta aprovechó la partida de la caravana para exigir de nuevo "una ley de seguridad humana y ciudadana que vaya construyendo la paz social del tejido social" en México.
Pidió una normativa que vaya más allá del enfoque centrado en la seguridad y el estatus de las Fuerzas Armadas que figura en un proyecto de ley presentado por Calderón y que se encuentra en trámite legislativo.
El próximo 23 de septiembre el MPJD tiene una nueva cita con el presidente Calderón para analizar el avance de las demandas ciudadanas.