Se da la circunstancia de que los tres estados que han declarado la emergencia son los que albergan las tres mayores ciudades de EE.UU.: Nueva York (en el estado que lleva el mismo nombre), Los Ángeles (California) y Chicago (Illinois).
La declaración de emergencia autoriza a las agencias de los estados a destinar fondos y recursos a ayudar a las localidades para luchar contra esta enfermedad.
EE.UU. ha detectado unos 6,000 casos de viruela del mono en los últimos meses, según datos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
A finales de julio, los CDC detectaron por primera vez dos casos de viruela del mono en niños.
Los responsables sanitarios indicaron que ambos casos están relacionados y que lo más probable es que los niños se infectaran en casa por transmisión de un familiar.
La viruela del mono no se propaga fácilmente entre humanos: el contagio se produce a través del contacto cercano con piel infectada, fluidos corporales o gotas respiratorias de una persona infectada con la que se mantienen relaciones sexuales.
Se trata de un virus distinto al de la viruela y que se está transmitiendo fuera de su zona endémica habitual (África Central y Occidental), por lo que es necesario ejercer sobre él un control epidemiológico estricto.
Se considera que una persona es contagiosa desde el inicio del enantema -lesiones en la mucosa oral- hasta que las lesiones se curan y se forma una nueva capa de piel.
Por este motivo, las personas infectadas deben permanecer aisladas hasta que todas las lesiones cutáneas se hayan curado, y evitar especialmente el contacto cercano con personas inmunodeprimidas.
El período de incubación puede oscilar entre 5 y 21 días, y el cuadro clínico suele iniciarse con una combinación de síntomas como fiebre, cefalea, dolores musculares, lesiones características en piel y ganglios inflamados.
Con respecto a su gravedad, los epidemiólogos apuntan que los casos del brote actual están siendo más leves que los descritos en África Occidental, y que apenas están generando ingresos hospitalarios. Sin embargo, recuerdan, las lesiones en la piel y las mucosas sí resultan muy molestas.