En un comunicado publicado este jueves, la compañía estadounidense de bebidas reportó unos ingresos operativos netos de 38,655 millones en el ejercicio, un 17 % más interanual, y señaló que ha superado el volumen de negocio previo a la pandemia de covid-19.
En el cuarto trimestre, el más seguido por los analistas de Wall Street, Coca-Cola reportó unas ganancias de 2,414 millones, un 66 % superiores a las del mismo tramo de 2020, con un aumento de la facturación del 10 %, hasta 9,464 millones.
Las ventas del refresco Coca-Cola crecieron un 7 % acumulado en 2021 impulsado por el consumo en sus mercados de Europa, Oriente Medio y África, y Asia-Pacífico, mientras que la categoría de bebidas nutritivas, zumos, lácteos y basadas en plantas creció un 12 % anual.
Entre octubre y diciembre, la firma dijo haberse visto afectada por un trimestre operativo más corto y por los "plazos" de algunos envíos, pero notó el "impacto" positivo de la compra de BodyArmor, una marca de bebidas deportivas, y de Fairlife, otra de productos lácteos.
Coca-Cola indicó que ha ganado cuota de mercado en el sector de las bebidas no alcohólicas listas para consumir tanto en casa como fuera de ella y destacó que se sitúa por encima del nivel de 2019.
El consejero delegado de la empresa, James Quincey, destacó la "resiliencia y flexibilidad" necesarias para salir adelante en "otro año de incertidumbre" y se mostró convencido de que el próximo ejercicio será bueno.
En 2022, sus previsiones de crecimiento de facturación se sitúan entre el 7 y el 8 %, pero avisó de que la "inflación en los precios de las materias primas" incrementará sus costes y de que Coca-Cola estará litigando sobre asuntos fiscales.
Las cifras fueron mejores de lo esperado por los analistas y la cotización de Coca-Cola subía cerca del 1 % en las operaciones previas a la apertura de la bolsa. En el último año, se ha revalorizado un 21 %.