Construye T, que inició su operación en el ciclo escolar 2008-2009, empezó en 1,050 escuelas federales de Educación Media Superior, atendiendo a más de 900,000 alumnos con la instalación y operación de sus respectivos Comités Escolares y Comités Estatales. En tres años amplió su cobertura a 681 planteles más, periodo en el que ha experimentado procesos de consolidación y crecimiento relevantes.
Construye T es instrumentado por la SEP a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS) como un programa de apoyo a las y los jóvenes de Educación Media Superior para el desarrollo de su proyecto de vida y la prevención de situaciones de riesgo.
En este sentido, Construye T se apoya para su implementación en tres líneas de acción que se encargan de la prevención, formación y protección de los estudiantes.
El Programa cuenta con seis dimensiones encargadas de cumplir el objetivo principal: otorgar el conocimiento y herramientas suficientes al docente o tutor para que éste, a su vez, brinde atención a los estudiantes que se encuentran en riesgo.
La primera dimensión, Conocimiento de sí mismo, consiste en fomentar la introspección a través de la estimulación de la creatividad y los espacios de reflexión grupal e individual, para ayudar a la construcción de la personalidad y autorrealización.
Vida Saludable es la segunda dimensión, que tiene que ver directamente con la construcción de un estilo de vida saludable, propiciando la mejora de hábitos alimenticios y de la seguridad en el contexto escolar-familiar-comunitario. Dentro de esta dimensión también se brinda la información necesaria para que a través del desarrollo de habilidades, que permitan tener una vida sexual responsable, saludable y plena con una actitud de respeto, tolerancia, igualdad, equidad de género y aprecio por la diversidad.
La tercera dimensión es Escuela y familia, en donde el principal objetivo es fomentar la sana convivencia entre adultos y jóvenes, generando espacios de diálogo y de interacción entre todos los actores que conforman la comunidad educativa y en el ámbito familiar.
Como parte de un proyecto integral, también se incluyeron la cuarta y la quinta dimensión, Cultura de paz y no violencia así como Participación juvenil, destinadas a promover la resolución pacífica de conflictos, y a favorecer el desarrollo y la mejora de su comunidad, respectivamente.
Cabe destacar que en Participación Juvenil el Programa promueve actividades de los estudiantes en acciones y proyectos que, partiendo de sus necesidades e inquietudes, favorezcan su desarrollo y la mejora de su comunidad. Por ejemplo, en los planteles de Educación Tecnológica Agropecuaria ubicados en regiones de pobreza, se promueven y desarrollan diversos proyectos productivos que buscan mejorar las condiciones sociales de su población.
La última dimensión es Proyecto de vida, encargada de integrar la vida académica y social, así como el conocimiento de las herramientas básicas relacionadas con la construcción de un proyecto de vida y planeación de futuro, que permita descubrir y adoptar competencias que contribuyan al desarrollo óptimo de las y los estudiantes.
El Programa Construye T contribuye también al Modelo Integral de Acompañamiento para los Jóvenes de Educación Media Superior como una estrategia de intervención, a través de la dimensión psicosocial para favorecer el desarrollo integral de los jóvenes y disminuir las problemáticas asociadas a la deserción escolar y las situaciones de riesgo que enfrentan los estudiantes del nivel medio superior.