La tercera sesión que el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte celebra este año comenzó en la víspera presidida por el líder, Kim Jong-un, con cuestiones de índole interna como prioridad, informó este miércoles la agencia estatal de noticias KCNA.
Los puntos principales incluyen la revisión de la implementación de las políticas estatales para este año y tomar medidas para fortalecer el sector agrícola, hacer frente a la situación prolongada de la pandemia y "el análisis de la situación internacional actual y el rumbo correspondiente de nuestro partido", detalló dicho medio.
Kim dijo que en estos meses se han conseguido "logros positivos", pero también que "la situación alimentaria de la población se está volviendo tensa" debido a que la producción agrícola no ha logrado sus objetivos por los daños causados por varios tifones en 2020, una situación que ya ha sido señalada por organismos internacionales.
El régimen norcoreano ha rechazado recibir ayuda humanitaria del exterior por miedo a la propagación de la covid-19, que ha motivado un aislamiento todavía mayor del opaco territorio, que asegura no haber detectado ningún contagios con el patógeno en su territorio.
En este sentido, Kim instó a que se siga con las medidas antiepidémicas y se refuerce la estrategia económica para organizar el trabajo "para hacer frente a las condiciones desfavorables", reforzando sectores que considera claves, como el de los metales, el químico, el eléctrico, el del carbón y el de la construcción.
Pese a que KCNA señaló que la agenda de la reunión incluye el análisis de la situación internacional y la política exterior del país, no mencionó Estados en concreto ni ofreció más detalles.
La sesión plenaria se prolongará durante varios días, aunque los medios estatales no han especificado hasta cuándo.
La sesión plenaria ha atraído una gran atención, pues se espera que Corea del Norte dé pistas sobre su estrategia para con Estados Unidos y Corea del Sur, tras la reciente revisión de la política estadounidense hacia el régimen norcoreano con la llegada de Joe Biden a la presidencia del país norteamericano.
La nueva estrategia de Washington para Pionyang descarta el "todo o nada" de Donald Trump y la "paciencia estratégica" de Barack Obama, apostando por una vía intermedia que persigue el diálogo diplomático por fases y que busca reavivar las conversaciones sobre desnuclearización que permanecen estancadas desde 2019.
Pionyang no ha respondido, al menos públicamente, a las peticiones que Washington lleva planteando desde febrero para retomar dichas negociaciones.