En el conjunto del mes, el Dow Jones de Industriales ganó un 1.9 % acumulado y el selectivo S&P 500 un 0.6 %, en ambos casos logrando el cuarto mes consecutivo de ganancias, mientras que el índice Nasdaq ha recortado un 1.5 % de su valor.
El Nasdaq rompe una racha de medio año en verde, reflejo de una rotación del mercado desde las empresas tecnológicas de gran valoración, beneficiadas por la pandemia, hacia otras pequeñas y medianas con posibilidades de éxito en la progresiva vuelta a la normalidad.
En las plazas europeas, a falta de una sesión para terminar el mes, esta última semana ha dejado ganancias leves lideradas por París, que ha subido un 1.53 %; Milán, un 0.78 %; Fráncfort, un 0.53 %; Madrid, un 0.22 % y Londres, un 0.06 %.
El parqué neoyorquino pareció seguir en cierta medida el famoso dicho de "Sell in May and go away" (vende en mayo y vete) ya que pasó de registrar récords a vivir varios días de ventas masivas, aunque fue en buena parte por un temor al aumento de la inflación que se ha ido calmando.
El miedo arrastró a Wall Street cuando se supo que la inflación interanual en Estados Unidos se situó en el 4.2 % en abril, la cifra más alta registrada desde 2008, mientras el índice de precios de los productores subió un 6.2 % interanual, su mayor incremento desde 2010.
No obstante, como explicaron hoy los analistas de Wells Fargo en una nota, la Reserva Federal "ha insistido en que es improbable que el ritmo actual de la inflación sea sostenido tras la explosión inicial de actividad asociada con la reapertura de la economía y los cuellos de botella resultantes".
Eso sí, pese a considerar que el aumento de precios será "transitorio", varios participantes del banco central plantearon en su última reunión -de acuerdo a las actas- "comenzar a discutir un plan para ajustar el ritmo de compra de activos" si la economía sigue registrando un "rápido progreso".
Además, los datos del mercado laboral han reflejado mejoras semana a semana y el gasto de los consumidores ha seguido aumentando a la vez que avanza la campaña de vacunación contra la covid-19.
Las expectativas de que la recuperación se acelere a corto plazo "se han visto reforzadas por el anuncio de la Administración Biden de su mayor presupuesto de gasto desde la II Guerra Mundial", seis billones de dólares, recalcó Fátima Herranz, de Singular Bank.
En el mercado de deuda, el interés del bono del público a 10 años se ha mantenido estable en torno al nivel del 1.60 % con algunos picos puntuales. "La tesis de la transitoriedad (de la inflación) sigue intacta y por eso los rendimientos del Tesoro se niegan a despegar", señaló el analista Ed Moya, de la firma Oanda.
Wall Street se ha fijado también en las criptomonedas por el fuerte revés que sufrió el bitcóin, con una caída del 30 % en su peor jornada, en reacción a las dudas mostradas por bancos centrales y autoridades a las que se sumaron comentarios críticos del empresario Elon Musk, uno de sus mayores defensores.
Al inicio del mes, el bitcóin cotizaba a más de 56,000 dólares, cerca de su máximo histórico, y ahora se sitúa en 35,000.
Por otra parte, los precios del petróleo se han revalorizado considerablemente y en el caso del barril de Texas ha influido el parón temporal provocado por el ciberataque a la mayor red de oleoductos de EE.UU., Colonial, pero especialmente las buenas perspectivas de demanda de cara al verano.
El Texas cierra mayo en 66.32 dólares tras ganar un 4.7 % acumulado, pero ahora planea sobre su futuro a corto plazo la posibilidad de que se restablezca el pacto nuclear de 2015 y el levantamiento de sanciones a Irán traiga la vuelta de sus exportaciones de crudo, aumentando el suministro global.