"Para evitar que el aumento medio de las temperaturas alcance niveles catastróficos, hay que actuar, hay que actuar ya", aseguró el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, en su intervención en la conferencia sobre el cambio climático organizada este miércoles por la Comisión Europea (CE), el Banco Europeo de Inversión y Project Syndicate, que se celebró de manera virtual.
El exsecretario de Estado de EE.UU. también destacó que el mundo se está quedando sin palabras para describir la gravedad de la crisis climática y advirtió de que si no se toman las medidas necesarias para reducir la emisión de CO2 en esta década, entonces se necesitará un "milagro" para evitar que la temperatura del planeta siga aumentando.
"Pero no creo que ninguno de nosotros sienta que el liderazgo sabio y prudente en el sector público deba confiar en un milagro que no sabemos si ocurrirá", dijo Kerry en la cita en la que también participaron la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, entre otros.
UNA OPORTUNIDAD ECONÓMICA
En sus discursos, más allá de advertir sobre los peligros que acechan al planeta si no se da un giro brusco de timón hacia un mundo sostenible, los participantes quisieron hacer hincapié en la necesidad de invertir en la nueva economía, así como en las oportunidades que ofrece.
En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó que la Unión Europea, que ha decidido recortar sus emisiones contaminantes en un 55 % en la próxima década, considera la acción climática no solo una necesidad, sino "la mayor oportunidad económica de nuestro tiempo".
"El Pacto Verde Europeo es nuestra hoja de ruta hacia la neutralidad climática, pero también, y crucialmente, nuestra nueva estrategia de crecimiento", dijo von der Leyen, quien recordó que la UE destinará 280.000 millones de euros de su fondo de recuperación, más de un tercio del total, a invertir en acción climática.
A ello se suman las inversiones del presupuesto europeo y las que moviliza el Banco Europeo de Inversiones, que se ha fijado el objetivo de destinar un billón de euros a este fin hasta 2030.
Pero además "debemos movilizar tanta inversión privada como sea posible", señaló von der Leyen, quien instó a "explorar nuevas formas de cooperación global en finanzas verdes".
Kerry también quiso subrayar que el sector de las energías renovables "es el mayor mercado que el mundo ha conocido" con 5.000 millones de usuarios en la actualidad y hasta 9,000 millones en los próximos 30 años, lo que supone un potencial económico "multimillonario".
Desde Naciones Unidas, su subsecretaria general, Amina Mohamed, insistió en su llamado a que los países desarrollados movilicen 100,000 millones de dólares en financiación climática entre 2021 y 2024.
DESINCENTIVAR LA EMISIÓN DE CO2
Otra de las cuestiones que reverberaron en casi todos los discursos fue el llamado a gravar las emisiones de carbono y a poner fin a la explotación del carbón.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, consideró que "el precio del carbono es demasiado barato" y que "debería incluir su coste social y medioambiental".
Por su parte, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que su objetivo principal es integrar la sostenibilidad ambiental en las políticas de estabilidad macroeconómica y para ello es esencial "poner un precio al carbono" y "pagar por producirlo".
"Ahora tenemos el objetivo de llevar la sostenibilidad ambiental a nuestro pensamiento sobre la estabilidad macroeconómica y asegurarnos de que las fuerzas del mercado nos dirigen a hacer lo correcto. ¿Qué significa esto? Primera y principalmente, que tenemos que poner un precio al carbono. Es malo y tenemos que pagar por producirlo", explicó la jefa del FMI.
Por su parte, Amina Mohamed, subrayó que el "carbón no tiene lugar en la recuperación de la crisis de la covid-19" y pidió a los Gobiernos y las empresas públicas y privadas que se abandonen los subsidios a los combustibles fósiles, para apoyar las energías renovables.