"Sería importante organizar cuidadosamente la próxima subasta 5G para que esta garantice un mercado competitivo", señaló el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, en una videoconferencia con varios ministros brasileños.
El llamado club de los países ricos, al que Brasil aspira a entrar, presentó dos informes sobre la economía digital y el acceso a las telecomunicaciones, que aún presenta desafíos en el gigante suramericano.
Uno de los capítulos está dedicado a la subasta del 5G en Brasil, que previsiblemente se realizará en el primer semestre del próximo año y, según la OCDE, será "el mayor concurso" de este tipo de redes móviles "de todos los tiempos".
"Las partes interesadas están observando el proyecto de licitación con mucha atención", señaló el texto.
En este sentido, la OCDE aconsejó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil "observar" el proceso "de cerca" y "analizar los efectos" del mismo "en la entrada de nuevos actores en el mercado móvil brasileño".
La subasta del 5G en Brasil ha superado los límites de lo puramente económico para transformarse en un asunto de política exterior que se enmarca dentro de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El Gobierno de Donald Trump sostiene que Huawei, una de las mayores empresas abastecedoras de infraestructura para tecnología 5G en el mundo, es una "amenaza para la seguridad" y ha ejercido diversos tipos de presión en otros países a fin de que la firma china sea vetada en todas las negociaciones para la implantación de la tecnología 5G.
La semana pasada, una comitiva encabezada por el consejero de Seguridad de EE.UU., Robert O'Brien, realizó una visita oficial a Brasil, donde se reunió con el presidente Bolsonaro, quien desde que asumió el poder, en 2019, intenta convertirse en un aliado estratégico para Estados Unidos.
Entre los asuntos abordados, EE.UU. le ofreció a Brasil inversiones millonarias en diversos sectores, entre ellos en el de 5G, aunque la delegación aclaró que ello no supone ningún tipo de "presión" sobre las autoridades brasileñas para que vete la participación de Huawei en la subasta.
Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en Brasil, Todd Chapman, alertó recientemente de que un posible ingreso de Huawei en el negocio de 5G del país pudiera tener "consecuencias" en las relaciones.
China es desde hace algunos años el mayor socio comercial de Brasil, por detrás precisamente de Estados Unidos.
Bolsonaro, quien asegura ser amigo de Trump y es un anticomunista declarado, dijo el mes pasado que decidirá personalmente sobre las condiciones en las que se desarrollará la subasta del 5G.
"Voy a dejarlo bien claro. Quien va a decidir sobre el 5G soy yo. No es un tercero, no habrá conjeturas de nadie", indicó el líder ultraderechista en su tradicional transmisión semanal a través de sus redes sociales.