La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) indicó que solo en septiembre se fabricaron 220,162 unidades, entre vehículos leves, camiones y autobuses, un 11.0 % menos frente al mismo mes del año pasado.
El resultado de septiembre fue el más bajo para ese mes desde 2016.
No obstante, la producción aumentó en septiembre un 4.4 % en la comparación con agosto, cuando alcanzó las 210,860 unidades, y espera continuar en esa tendencia alcista hasta final de 2020, en consonancia con la mejora de las perspectivas macroeconómicas del país.
Ese ligero optimismo de cara al último trimestre del año llevó a la Anfavea a reducir en diez puntos el desplome de la producción del sector previsto para este año, hasta el -35 %.
"Aun así es una caída sustancial que dejaría la producción por debajo de los dos millones, cuando la previsión inicial" a comienzos de 2020 era "de más de tres millones", subrayó el presidente de Anfavea, Luiz Carlos Moraes, en una rueda de prensa virtual.
El dirigente señaló que ese hundimiento del sector responde al desplome de la demanda interna y de los principales mercados internacionales de exportación, principalmente en Argentina, su mayor socio, como consecuencia de la crisis del COVID-19.
En este contexto, Brasil exportó entre enero y septiembre 207.265 vehículos montados, un 38,6 % menos que en el mismo periodo de 2019.
Moraes indicó que los embarques hacia Argentina se hundieron un 34 % en ese periodo, mientras que las ventas a México, Colombia y Chile cayeron un 30 %, 36 % y 45 %, respectivamente, en la misma comparación.
Aun así, las exportaciones crecieron un 8.5 % en septiembre frente a agosto de este año hasta alcanzar las 30,519 unidades.
En lo que va de año, la industria automovilística brasileña ha reducido su plantilla un 4.5 %, con lo que el número de empleados se ubicó en septiembre en los 122,121.
Moraes indicó que percibe "mucha cautela" en el sector ante la incertidumbre generada por la política fiscal del Gobierno de Jair Bolsonaro, que planea crear un nuevo programa de ayudas sociales que sustituya al Bolsa Familia, en vigor desde 2003.
También advirtió de los peligros que entrañaría saltarse el techo de gastos, que limita el aumento del gasto público a la inflación del año anterior, pues ello aumentaría la "volatilidad", la fuga de capital extranjero en el país y, en última instancia, dificultaría la recuperación económica del país.
"Estamos optimistas con que el Gobierno y los políticos van a encontrar una salida para salir de la pandemia con las menores secuelas posibles", manifestó el presidente de Anfavea.