Osaka, de 22 años, mantuvo de nuevo el dominio sobre Kontaviet a la que la semana pasada también ganó en el Premier 5 de Cincinnati, que se disputó en las mismas pistas de Flushing Meadows, debido a la pandemia del coronavirus, y lo hizo en apenas una hora y 12 minutos, sin ceder nunca el saque.
"Pensé que era bastante bueno", declaró Osaka en la pista al concluir el partido sobre su compostura frente a Kontaveit. "Si estoy reflexionando sobre la actitud, estoy bastante segura de que estuvo a la altura de mis mejores partidos de este corto año".
La victoria de Osaka sobre Kontaveit fue la quinta consecutiva en los enfrentamientos que han tenidos y su próxima rival en los cuartos de final, los segundos que va a disputar en tres años, será la estadounidense Shelby Rogers, que los alcanzó por primera vez en su carrera después de ganar 7-6 (5), 3-6, y 7-6 (6) a la gran favorita la checa Petra Kvitova, sexta cabeza de serie.
Frente a un oponente que la empujó a tres sets la semana pasada, Osaka logró pasar el partido sin enfrentar un punto de quiebre y hacerle dos en 10 oportunidades a su rival.
Osaka acabó el partido con 21 golpes ganadores contra 18 errores no forzados por 16 y 22, respectivamente, de Kontaveit, que cometió tres dobles faltas, una más que la campeona del Abierto del 2018, que colocó cuatro 'aces' y solo dos de su rival.
Antes de la clasificación de Rogers y Osaka, la también estadounidense Jennifer Brady alcanzaba también sus primeros cuartos de final del Abierto.
Brady, vigésima octava cabeza de serie, ganó también su partido de octavos al derrotar en dos sets seguidos, 6-1 y 6-4, a la alemana Angelique Kerber, decimoséptima cabeza de serie y campeona del Abierto del 2016.
La rival de Brady en los cuartos será la kazako Yulia Putintseva, vigésima tercera cabeza de serie, también alcanzó la elite de las ocho mejores del Abierto por primera vez al ganar en tres sets, 6-3, 2-6 y 6-4 a la croata Petra Martic, octava favorita.