"El Ejército es nuestra esperanza para evitar que veraneantes y turistas dañen los nidos de los quelonios, su figura impone respeto y si le sumamos que llevan armas, quizá logremos que más especies de tortuga blanca o carey se reproduzcan", indicó este domingo a Efe el voluntario Santos Liberato Cruz Chalé.
Junto con su hermano Patricio Humberto Cruz Chalé, otros voluntarios y varios miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional, encabezados por el capitán Alan Peralta Sánchez, recorrieron seis kilómetros de playa donde se detectaron 320 nidos de tortugas, "esperamos más, ya que la llegada de los quelonios es de abril y termina en noviembre".
Su objetivo es evitar que vehículos como cuatrimotos o veraneantes destruyan los huevos de las tortugas y a las pequeñas crías que de forma inesperada brotan de la arena para reintegrarse en el mar.
"Aunque se supone que estamos en plena pandemia por el coronavirus y las visitas a las playas de Yucatán están prohibidas, los turistas y veraneantes no respetan a la naturaleza, no valoran el privilegio que tenemos: recibir anualmente a las tortugas que vienen a depositar sus huevos, vienen y destruyen todo", señaló.
La imagen de los uniformados contrasta con el mar de distintos tonos de azul-verdoso del Golfo de México.
Un militar que omitió su nombre dijo estar "orgulloso para servir y proteger al pueblo de México y a la naturaleza".
Su capitán, Alan Peralta Sánchez, exhortó a la población a "respetar las áreas destinadas al cuidado de la fauna silvestre, sobre todo para preservar a la tortuga marina".
"Los seres humanos somos los únicos que dañamos a la naturaleza y no sabemos cómo concientizarlos", opinó el alcalde de Telchac Puerto, Juan Alfredo Marrufo Díaz.
En Telchac Puerto se encuentra uno de los tres campamentos que hay en Yucatán y donde se registra una elevada cifra de daños, puesto que se destruye el 5 % de los nidos.
Los otros campamentos se ubican en los puertos de Sisal y Dzilam de Bravo.
De acuerdo con el Gobierno yucateco, los tres campamentos tortugueros se distribuyen en 130 kilómetros de playa en la entidad.
En 2019, se protegieron 1,053 nidos en los tres campamentos y 1,002 repartidos en la playa, y gracias a ello 106,404 crías marinas se reincorporaron a su hábitat natural.
Las autoridades locales calculan que una tortuga de cada 1,000 llega a la edad adulta por diversos factores, como la depredación natural y humana.