El crudo de referencia de Europa abrió la semana con una tendencia alcista, tras haber retrocedido en su última sesión -al negociarse en 42.78 dólares el barril- ante los miedos de que la propagación de la COVID-19 en algunos países como Estados Unidos -uno de los grandes consumidores de energía del mundo- lastrara de nuevo la demanda.
La caída del viernes puso un punto y final a dos jornadas consecutivas de avances, después de que se redujeran las reservas estadounidenses y mejorara el optimismo sobre desempleo en ese país.
Algunos analistas atribuyen el incremento del precio del crudo del Mar del Norte detectado hoy a una mezcla de elementos, como las subidas en el mercado general y la divulgación por parte de Saudi Aramco de sus datos de precios oficiales de venta.
Estos han aumentado en la mayoría de contratos para Asia, Estados Unidos y el norte de Europa.