La agencia estadounidense anunció en un comunicado que ha decidido revisar la calificación que le merece la deuda de los bancos Bank of America, Citigroup y Wells Fargo, así como sus respectivas filiales, para determinar si rebaja esas valoraciones.
Moody's explicó que esas calificaciones están "inusualmente" elevadas porque al establecerlas se contó con que las entidades recibían un gran apoyo público para superar la crisis financiera, pero ahora esas ayudas van a ir reduciéndose significativamente.
"La revisión se centrará en determinar si esas calificaciones deberían ajustarse y descontar esa inusual elevación, para tener en cuenta sólo con el apoyo gubernamental con el que contaban antes de la crisis", afirmó la agencia.
Esta elevación extraordinaria de las calificaciones "podría dejar de ser apropiada" ante la legislación conocida como Dodd-Frank y diseñada para regular las grandes firmas financieras cuya quiebra pueda significar una amenaza para el sistema.
"La intención del gobierno de Estados Unidos en el marco de Dodd-Frank está muy claro. En el futuro no quiere tener que rescatar ni a los grandes bancos con una importancia vital para el sistema", dijo el vicepresidente senior de Moody's, Sean Jones.
A todo ello se suma que, "a pesar de los avances logrados, estos bancos todavía tienen considerables riesgos hipotecarios, por lo tanto el coste de sus créditos podría aumentar si la economía estadounidense se contrajera de nuevo", añadió Moody's.
Igualmente, observó que las entidades "siguen haciendo frente a costes relacionados con los litigios pendientes por malas prácticas en las ejecuciones hipotecarias".
Por otra parte, Moody's también advirtió hoy de que puede poner en revisión también la calificación que otorga a la deuda soberana de Estados Unidos para un posible descenso (de 'estable' a 'negativa') si en las próximas semanas no se avanza en las negociaciones sobre el máximo permitido de endeudamiento público en este país.
Esta agencia considera que hay una mínima posibilidad de que Estados Unidos incurra en un impago de deuda, ante la falta de acuerdo en la Cámara de Representantes del país para elevar el máximo de la deuda en 2.4 billones de dólares sin recortes de gastos públicos.
El gobierno ha pedido a los congresistas que aprueben una subida del máximo endeudamiento permitido para evitar que el país caiga en mora, lo que, según los analistas, podría generar una nueva crisis financiera internacional.
"Si el límite de deuda se eleva y se evita la mora la valoración 'Aaa' se mantendrá. Sin embargo, la perspectiva de la calificación dependerá de los resultados de las negociaciones sobre la reducción del déficit", dijo Moody's.
Agregó que "un acuerdo creíble para una significativa reducción del déficit podría implicar una perspectiva de 'estable', pero la falta de tal acuerdo podría llevar a cambiarla a 'negativa'".