México reconoce a sus pueblos de mayor tradición y belleza con éste título, que describe la belleza de sus calles y lo pintoresco de sus construcciones.
Las características que un sitio debe tener para ser Pueblo Mágico incluyen estar ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o grandes ciudades, ser accesibles por carretera y un alto valor histórico, religioso y cultural. Su común denominador es tener una gran importancia en la tradición nacional.
Estos rincones atesoran su riqueza, que se guarda en una rutina de color exaltado, pasión por lo cotidiano, olores y sabores capaces de sublimar el espíritu: la tradición enriquecida por la vida de quienes llegan a sus rebuscadas calles o a sus tejas oscurecidas por el tiempo y la humedad.
Un Pueblo Mágico compromete al gobierno local y a la sociedad que se beneficia del turismo a participar como excelentes anfitriones, por lo que visitarlos es una alternativa turística para nacionales y extranjeros.
En común, los Pueblos Mágicos comparten encanto: son de calles estrechas, construcciones peculiares y en muchas ocasiones los pobladores tienen costumbres locales muy arraigadas. Hasta el momento, 37 sitios en México ostentan esa distinción, y se encuentran por todo lo largo y ancho del país.
Aguascalientes invita a conocer Real de Asientos, con su turismo de aventura; Baja California Sur a Todos Santos; las tierras tarahumaras son representadas por Creel en Chihuahua; Coahuila está presente con Parras de la Fuente y Colima por Comala.
Otras opciones son el misticismo de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, el símbolo nacional de Dolores Hidalgo en Guanajuato, Guerrero con Taxco, Real del Monte y Huasca de Ocampo en Hidalgo, y la belleza de Tapalpa, Tequila y Mazamitla, referentes del estado de Jalisco.
Otras destacadas por detalles artísticos y culturales son Tepoztlán, en Morelos o Tepotzotlán, Valle de Bravo y Malinalco en el Estado de México, así como Pátzcuaro y su lago que simula un espejo sembrado de pescadores en Michoacán, junto a Tlalpujahua, Cuitzeo y Santa Clara del Cobre.
La ruta de Pueblos Mágicos también tiene representante en Nuevo León con el poblado de Santiago; Capulálpam de Méndez en Oaxaca; Cuetzalan, en Puebla; Bernal y Jalpan de Serra en Querétaro; Bacalar en Quintana Roo y el símbolo del pasado minero de San Luis Potosí, Real de Catorce.
Finalmente Cosalá y El Fuerte representan a Sinaloa; Álamos a Sonora; Tapijulapa, en Tabasco; Mier son en Tamaulipas; Huamantla en Tlaxcala; Coatepec en Veracruz; Yucatán se representa con Izamal y la lista cierra con Jerez de García Salinas en Zacatecas.
Sea como sea, el visitante se sentirá como en una máquina del tiempo al llegar a sitios de compleja historia y costumbres particulares, que conviviendo con la modernidad, enriqueciendo su identidad.
Datos curiosos:
§ Tepoztlán, en Morelos, perdió y recuperó su distinción de Pueblo Mágico.
§ Los lugares con este nombramiento deben respetar un estricto reglamento de imagen urbana y ordenar al comercio informal.