La investigación de los científicos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, abre un nuevo método para buscar esas regiones finitas del espacio, así como comprender de mejor forma los procesos de crecimiento y evolución.
El descubrimiento se dio mientras los expertos observaban el desplazamiento extraño, cerca del centro de la galaxia, de HCN–0.009–0.044, una nube de gas, la cual giraba alrededor de un objeto masivo invisible.
“Los análisis cinemáticos detallados revelaron que había una masa enorme, equivalente a 30 mil veces la masa del Sol, concentrada en una zona mucho más pequeña que nuestro Sistema Solar”, dijo el líder de la investigación, Shunya Takekawa.
Los agujeros negros poseen una fuerza de gravedad tan intensa capaz de absorber todo lo que los rodea hasta la propia luz, y al no emitir luz, los especialistas predicen su existencia mediante el efecto gravitatorio que produce sobre los demás cuerpos celestes.
De acuerdo con la página del telescopio espacial ALMA, los astrónomos creen que se fusionan y crecen de forma paulatina, pues nunca habían hallado uno con masa intermedia, que tuviera cientos o miles de veces la masa del Sol.
“Esto, sumado a la ausencia de cualquier objeto en el lugar observado, es un indicio fehaciente de que hay un agujero negro de masa intermedia; esperamos encontrar más zonas ocultas de esa naturaleza analizando otras nubes anómalas”.
Por su parte, el codirector del equipo, Tomoharu Oka señaló que es significativo que este elemento encontrado de masa intermedia se haya detectado solo a 20 años luz del agujero negro supermasivo que habita el centro de la galaxia.
“En el futuro, terminará siendo absorbido por el agujero negro supermasivo, al igual que el gas que fluye hacia él”, agregó.