Argentina renueva interés en acuerdo comercial con México

Cuando Enrique Pena Nieto viajó, en julio de 2016, a la Argentina, sabía que su visita estaba destinada a recomponer un vínculo bilateral que, en lo político, estaba adormecido por falta de sintonía entre las administraciones de los dos países. Su paso por Buenos Aires supuso un nuevo impulso a las relaciones entre los dos gobiernos, acicaladas por el nuevo rumbo de inserción internacional que el presidente Mauricio Macri propuso al asumir el poder, y el compromiso por modernizar el marco normativo que facilita el comercio entre ambos países.

En el nivel político, por tanto, la relación - siempre importante - se fortaleció y cobró nuevo impulso en el contexto del nuevo papel regional que la Argentina vino a representar. En lo cultural, en tanto, la ligazón de los dos países es tradicionalmente profunda, arraigada en las diferentes oleadas migratorias entre ambos, en el creciente flujo turístico en ambas vías, y en el respeto y el interés que ambos pueblos se prodigan. En sus artistas, sus escritores, sus músicos; pero también su fútbol, su comida, sus leyendas. Argentina y México siempre han mantenido un apego cultural reciproco, que nunca ha mermado.

En lo comercial, sin embargo, ambas naciones, que son segunda y tercera economías de la región, exhiben un nivel en sus intercambios que, pese a las múltiples oportunidades de negocios existentes, no se encuentra aún en situación de paridad con los niveles político y cultural. Argentina y México, sus sociedades y sus mercados, merecen un entendimiento mayor y más sustantivo en este ámbito.

Es por ello que los presidentes Macri y Peña Nieto decidieron hace ya un año comenzar a trabajar conjuntamente a fin de acrecentar el comercio bilateral y aprovechar el alto potencial de complementariedad de ambas economías. En 2016, por ejemplo, Argentina exportó a México menos de 780 millones de dólares, contra los 1,655 millones que le compró, cifras que atestiguan cuánto puede crecer el intercambio. En base a la convicción de que los dos países tienen mucho para ganar si se fortalece su comercio, los dos mandatarios acordaron revisar el Acuerdo de Complementación Económica entre ambas naciones - conocido como ACE 6, en la nomenclatura de ALADI - con miras a ampliar y modernizar su alcance y contenido, que, en la actualidad, abarca, aproximadamente, el 35 por ciento del universo total de bienes y representa alrededor de un 43 por ciento del comercio bilateral.

El ACE 6 entró en vigor en 1987, hace ya treinta años, y fue uno de los primeros acuerdos comerciales firmados por México después de su ingreso al GATT –tratado que posteriormente daría origen a la actual la Organización Mundial del Comercio-. Su objetivo era contar con un marco jurídico claro que propiciara el desarrollo económico entre los dos países, reconociendo la necesidad de ampliar el comercio bilateral.

Esta semana, como consecuencia de la decisión expresa de los dos presidentes, y del espíritu que animó la firma del ACE 6, equipos técnicos de Argentina y México se encuentran reunidos con el objetivo de negociar una ampliación del acuerdo. El resultado final será beneficioso para ambas economías, que podrán ver más facilitado su comercio, generando mejoras en la calidad de vida de sus sociedades. Un ACE 6 renovado será un nuevo puente de acercamiento entre los dos países, situados en los extremos de América Latina, de la misma forma que lo es el flamante Acuerdo binacional para Evitar la Doble Imposición y Prevenir la Evasión Fiscal, que entrará en vigor el próximo 23 de agosto y que beneficiará a las personas y empresas que hacen negocios entre nuestros países. Y para México, el ACE 6 traerá aparejado el valor agregado que ofrece la diversificación de sus importaciones, lo que reduce la vulnerabilidad y fortalece su independencia.