La NASA descubrió una nueva forma de vida en la Tierra

Una nueva era en la comprensión y búsqueda de la vida en la Tierra y en el Universo comenzó ayer de la mano del Instituto de Astrobiología de la agencia espacial estadounidense (NASA).

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La bacteria GFAJ-1, extraída del lago Mono en California, fue capaz de intercambiar el fósforo por arsénico en el laboratorio de los científicos encabezados por Felisa Wolfe-Simon.

El el consenso científico dictaba que los seres vivos –como los conocemos– estaban formados por seis componentes químicos esenciales: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo.

Sin embargo, los expertos de la NASA descubrieron una comunidad de bacterias en un lago salado de California que obliga a replantear esa concepción, añadiéndole un sétimo elemento a la ecuación de la vida: el arsénico.

El arsénico es un compuesto químicamente similar al fósforo. Figura en la tabla periódica con el símbolo As, con el número atómico 33.

Hasta ahora había sido evaluado primordialmente como un elemento venenoso para la mayoría de las formas de vida en la Tierra.

En ningún caso el As había sido percibido como “fuente” de vida.

No obstante, los microorganismos vistos en el lago Mono, de Estados Unidos –en los alrededores de la Sierra Nevada– hicieron que los expertos cambiaran de opinión y comenzaran a pensar en que otros tipos de formas de vida son posibles en la Tierra y en el Universo.

Tras múltiples muestreos de sedimento en el salado lago californiano y en cultivos de laboratorio, la NASA halló que este microorganismo no solo es capaz de convivir en presencia de grandes concentraciones del tóxico arsénico, sino que, además, lo usa como materia prima para crecer y reproducirse.

¿Sin fósforo? En su reporte publicado por la revista Science, la experta en Astrobiología Felisa Wolfe-Simon, y Ariel Anbar, coautor del estudio, alertaron acerca de que la bacteria GFAJ-1 integra el arsénico en las membranas celulares de su ADN (ácido desoxirribonucleico) y en el proceso reemplaza el fósforo de su organismo.

Esto es de peculiar interés para la ciencia porque el fósforo es considerado el componente central de la molécula encargada de transportar energía entre las células (trifosfato de adenosina) y responsable de contribuir con los fosfolípidos que conforman las membranas celulares. “El hallazgo de una forma de vida que no necesita el fósforo es simplemente impresionante”, recalcó James Elser, científico de la Universidad Estatal de Arizona y coautor del estudio.

“Teníamos la idea de que la vida que conocemos requería estos seis elementos, sin excepciones, y aquí resulta que hay una excepción. ¿Podría haber más?”, expresó Anbar.

“Si fuera así como usted me lee, que sustituye el fosfato por arsénico, me da la impresión de que ya no sería ADN”, musitó a La Nación, sorprendido, Fernando García Santamaría, microbiólogo costarricense y doctor en biología molecular de bacterias.

Al ser consultado ayer, García aclaró que él aún no había leído el estudio, pero que le intrigaban mucho las aseveraciones anunciadas, especialmente por el replanteamiento que eso significaba del concepto de qué es un organismo vivo.

Libia Herrero, viróloga y vicerrectora de Docencia de la Universidad de Costa Rica, coincidió con García y añadió: “Me parece que el hallazgo es una oportunidad para la ciencia de ser más flexible. De tener apertura mental para reformar las definiciones de qué es vida o no en la Tierra y más allá”.

Un nuevo paradigma. “La definición de la vida que teníamos acaba de ampliarse”, sentenció ayer en conferencia de prensa de la NASA el científico Ed Weiler, de la Dirección de Misiones Científicas de esta agencia espacial.

Según Weiler, descubrir que se puede vivir con arsénico plantea la posibilidad de que otra forma más de vida que use arsénico podría ocurrir naturalmente, ya sea en la Tierra o en otro planeta donde el arsénico sea más común.

Para la experta Wolfe, este hallazgo astrobiológico puede abrir también nuevas vías en la investigación médica.