Seguros y terremotos: ¿cómo evitar pérdidas en el patrimonio?

Vivir en un país propenso a sismos aumenta la probabilidad de que una propiedad sufra afectaciones por este tipo de desastre y repercuta en la pérdida del patrimonio familiar de las personas.

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A pesar de ello, únicamente el 3.5 por ciento de las viviendas que existen en México cuenta con seguro para este tipo de fenómeno natural, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).

El organismo especifica que esta cobertura está incluida dentro del Seguro de Daños que es contratado para la protección del hogar, el cual puede amparar tanto el edificio como los contenidos.

Al hablar de edificio se refiere a la estructura física de la vivienda, el cual incluye techos, ventanas, instalaciones fijas sobre el nivel del suelo, servicios de agua, aire acondicionado, drenaje y energía eléctrica.

Los contenidos, por su parte, son los bienes muebles como electrodomésticos, comedor, sala, recámaras, cocina y sus utensilios, baños, ropa, joyas, objetos de arte, equipo deportivo y juguetes.

De hecho, es posible incluir en el contrato los llamados gastos extraordinarios, que contemplan aspectos que se requerirían de resultar dañada la propiedad asegurada, tales como la mudanza y/o la renta de una vivienda durante la etapa de reconstrucción.

El costo de este tipo de seguro depende de diversos factores como: valor de la propiedad, ubicación y particularidades de la póliza adquirida, advierte Luis Alvarez Marcén, director de Daños de AMIS.

“Por citar un ejemplo, una vivienda con valor de 1 millón de pesos, y con 500 mil pesos de contenidos, estaría pagando entre 2,000 y 12,000 pesos de prima, por un año de cobertura, dependiendo principalmente de la zona sísmica en la que se encuentre”.

No hay que olvidar por tanto que al estar expuestos a una o más clase de riesgo la opción es sin duda: prevenir antes de lamentar.

Zonas sísmicas en México

Las zonas con más vulnerabilidad se concentran en el centro y el sur, y recorren verticalmente la República Mexicana, como en el caso de la falla de San Andrés en Baja California.

Según el Sistema Sismológico Nacional, los estados ubicados en zonas con alta actividad sísmica son: Tabasco, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Puebla, DF, Colima y Jalisco.

Inmuebles y vulnerabilidad

A causa del temblor de 8.1 grados en la escala de Richter, que sacudió a la ciudad de México en 1985, se colapsaron aproximadamente 5,000 construcciones y más de 50,000 resultaron dañadas.

Este fenómeno representó para la industria aseguradora un costo de más de 4,000 millones de pesos.

A raíz de este evento, se hicieron modificaciones a los reglamentos de construcción con el objetivo de mejorar la resistencia de los inmuebles.

Los especialistas recomiendan no hacer modificaciones estructurales a los edificios sin el consentimiento de ingenieros expertos, ya que puede ser riesgoso retirar  un muro de carga o una columna en un piso bajo con determinadas especificaciones de resistencia.