El presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF) , Ángel María Villar, acudió ayer para escuchar la misa en la Basílica, en el norte de la capital, mientras la selección se entrenaba en el estadio Azteca (sur).
Las selecciones de México y España se enfrentarán mañana en un amistoso con en el que se conmemorará el 200 aniversario de la Independencia mexicana.
La Copa del Mundo fue colocada ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, patrona de los mexicanos, donde permaneció durante toda la misa.
"¡Viva España!", gritó un aficionado al concluir la ceremonia religiosa, tras la cual los directivos españoles regalaron una camiseta de 'la Roja', al vicario de la Basílica, Diego Monroy Ponce, quien fue el que ofició la misa.
En conferencia de prensa celebrada unas horas antes en Ciudad de México, Villar explicó que es religioso y que siempre que ha viajado a México ha visitado la Basílica de la Virgen de Guadalupe.
"Cuando vine a firmar el convenio (para disputar el partido amistoso contra México) escuche misa allí y pedí ser campeón del mundo. La Madre de Dios me lo ha concedido y al venir a jugar planteé la posibilidad de presentar ante la imagen la copa ganada en Sudáfrica", dijo el directivo.
Por último, Villar destacó el papel que desempeña la Virgen de Guadalupe como "unificadora de todos los mexicanos".