El Centro Nacional de Huracanes (CNH) informó que Bonnie, la segunda tormenta del Atlántico, entró a tierra poco antes del mediodía cerca de Cutler Bay, unos 32 kilómetros al sur de Miami.
No hubo informes inmediatos de daños provocados por la tormenta, que dejó severas lluvias durante toda la mañana en los condados de Broward, Miami-Dade y Monroe, incluidas la zonas turísticas de Los Cayos y Miami Beach.
Las alertas de tormenta se extendían para el norte de la costa del Golfo desde Destín Florida hasta Morgan City, Louisiana.
Se pronostica que Bonnie se fortalezca cuando salga al Golfo de México este viernes por la noche o el sábado. La tormenta se mueve rápido en dirección al oeste-noroeste a 30 kilómetros por hora.
La mayor preocupación ahora era para Louisiana, en donde el gobernador Bobby Jindal, emitió una declaración de emergencia, destinada a ayudar a agilizar la ayuda federal en caso de que sea necesaria cuando llegue la tormenta.
La tormenta entorpeció los trabajos de dos pozos alternos que BP ha estado construyendo en el Golfo para sellar definitivamente el pozo Macondo de BP, empresa responsable del derrame de petróleo.
Los ingenieros y trabajadores se preparaban para abandonar el cuidado del pozo averiado.
El pozo cuya fuga de crudo logró ser controlada hace una semana permanecerá taponado a pesar de que los submarinos que vigilan su estabilidad serán retirados, dijeron autoridades.
La única forma de monitoreo para BP será por vía satélital y vistas aéreas de la superficie marítima.
El ex almirante Thad Allen, jefe de los esfuerzos de contención del derrame, confió en que el taponadura del pozo se mantenga a pesar de la preocupación de algunas filtraciones de la semana pasada.
No hubo reportes inmediatos de freno a la producción de petróleo y gas, en la rica zona petrolífera del Golfo, aunque algunas compañías comenzaron a evacuar trabajadores.
El Golfo de México alberga a alrededor de 30 por ciento de la producción de petróleo de Estados Unidos y el 11 por ciento de la producción de gas natural, y más de 43 por ciento de la capacidad de refinación del país.