Nadie ignora que la caída del precio del petróleo disminuye el gasto público en términos reales, y aún así se logró una distribución equilibrada de los 4 billones 763,874 millones de pesos que se aprobaron sobre bases realistas, tanto en la estimación del precio del petróleo y del tipo de cambio como en el fortalecimiento de los ingresos no petroleros.
Los legisladores de nuestro partido avalaron cambios en el proyecto original y lograron ampliaciones prioritarias en los recursos destinados a los programas de desarrollo social, al Programa Especial Concurrente (PEC) destinado al campo, al sector salud y a educación y cultura.
Es relevante que se mantuvieran el presupuesto para la construcción de carreteras y caminos rurales, el gasto para el desarrollo integral de los pueblos y comunidades indígenas, lo destinado a promover la igualdad de género, así como los recursos asignados a programas de desarrollo de las fronteras, entre otros. Las partidas para educación, salud, desarrollo social, comunicaciones y transportes suman cerca de 60% del gasto programable, lo que indica el compromiso de atenderlos como rubros prioritarios.
Nuestro partido reconoce el arduo trabajo del grupo parlamentario del PRI y estará atento a que el presupuesto se aplique con oportunidad, eficiencia y transparencia, de modo que genere condiciones favorables al crecimiento económico, el empleo y el bienestar social, finalizó Beltrones.