El retiro de estos elementos en la zona más afectada del viaducto elevado es la antesala para preparar la vía de pruebas dinámicas que darán certidumbre a que cada una de las actividades efectuadas en el corredor de transporte, garantizarán una operación segura.
Las curvas 11 y 12, con radio de 200 metros, son las más cerradas de los 14.5 kilómetros del viaducto elevado, por ello el diagnóstico y las pruebas se realizarán en ese tramo.
El secretario de Obras y Servicios, Edgar Tungüí Rodríguez, informó que la conclusión de estas actividades permiten confirmar que la rehabilitación de la Línea 12 avanza en tiempo y forma.
Detalló que el avance global es de 62 por ciento y que la llegada de las fijaciones Vipa a los talleres de Tláhuac dará paso a la instalación de los nuevos elementos de vía que cumplen con las especificaciones indicadas por SYSTRA.
“El suministro de insumos continúa, tenemos los materiales suficientes para preparar la vía para las pruebas dinámicas y asegurar que los trabajos se efectúan con las calidad requerida para brindar seguridad en cada viaje de los más de 430 mil usuarios que utilizan la Línea 12.
Es un compromiso concluir en noviembre y con el esfuerzo de cada uno de quienes trabajamos en esta importante tarea, lo lograremos. El principal objetivo que nos planteó el doctor Miguel Ángel Mancera es que la línea vuelva a operar en condiciones de seguridad y en ello laboramos”, manifestó el titular de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse).
La maniobra de retiro se efectuó en poco más de 1 kilómetro de vía (mil 20 metros), longitud que corresponde a las curvas; no obstante, las pruebas se realizarán en 1.6 kilómetros para observar el comportamiento de los trenes en la transición de riel.
Para hacer el desmantelamiento de la vía se cortaron 114 paneles de nueve metros que fueron levantados con la ayuda de una retroexcavadora especial denominada Vaia Car, y posteriormente retirados en plataformas de 60 toneladas de capacidad.
Con el objetivo de extremar precauciones, los paneles retirados se aseguraron con cadenas a las plataformas y la velocidad máxima de avance fue de 10 kilómetros por hora.
En los siguientes días se realizará la sustitución de balasto para después colocar la nueva vía con los rieles de tipo UIC60 traídos de España, los durmientes de tipo Sateba fabricados en Francia, y las fijaciones de origen inglés. Se prevé que en la última semana de agosto esté concluida la vía con estos nuevos materiales.
Al igual que todos los trabajos efectuados durante esta rehabilitación, el desmantelamiento fue inspeccionado por personal de la Sobse, las empresas encargadas de supervisar y certificar la labor, personal del STC y de la Contraloría General.
La conclusión del levantamiento de vía representa una nueva etapa en los trabajos de rehabilitación, ya que a partir de ahora se trabajará en las curvas de radio menor a 550 metros, las cuales son las que tienen mayor daño. A la par de estos trabajos, se continúa con la sustitución de balasto en los tramos rectos y curvas de radio mayor a 550 metros.