El investigador del Centro de Investigación en Geografía y Geomática (Centrogeo) y líder del proyecto, Jesús Antonio Sosa Herrera, explicó que el sistema usará la técnica conocida como fotogrametría, la cual permite obtener mapas y planos de grandes extensiones de terreno por medio de la fotografía aérea.
“El proyecto básicamente consta de tres etapas que son el desarrollo de la interface de la plataforma de fotogrametría en la nube; el desarrollo del sistema embebido, es decir, la parte computacional y electrónica que será montada sobre los vehículos aéreos no tripulados.
“Y por último la adecuación mecánica de equipamiento de adaptación remota en los vehículos, las cuales no están disponibles en el mercado”, detalló.
Durante la primera etapa se desarrollará una plataforma que se montará en la nube, la cual estará abierta a una comunidad global de investigadores, quienes podrán tener acceso y procesar este tipo de información.
La plataforma de fotogrametría trabajará con algoritmos conocidos, pero serán modificados debido a que no son imágenes que provienen de aviones tripulados o de satélites, que en general se toman con cierto tipo de cámaras precalibradas.
“Este software tendrá una carga más pesada de procesamiento debido a que estos vehículos al ser pequeños son muy inestables; ante ello, consideraremos esas inestabilidades en las modificaciones a los algoritmos matemáticos para lograr imágenes de calidad”, detalló.
Sosa Herrera contó que la segunda etapa consiste en dar fiabilidad y autonomía al vehículo aéreo.
“Primero hay que mencionar que necesitamos información adicional que nos pueden proporcionar las partes electrónicas del vehículo durante el vuelo. Toda esa información la queremos colectar en el sistema embebido en tiempo real.
“Para después utilizarla en la plataforma de tal manera que obtengamos datos extras para realizar correcciones más precisas sobre las imágenes que estamos obteniendo. Esto ayudará a recuperar errores que no se podrían recuperar de forma tan exacta mediante otros métodos”, abundó.
Los desarrolladores también buscan incluir cualidades básicas de inteligencia artificial en los drones, para que el vehículo aéreo no tripulado cuente con la capacidad de tomar pequeñas decisiones durante el vuelo.
La tercera etapa se trata de la adaptación mecánica del equipo de percepción remota a los vehículos aéreos no tripulados, pues se trata de equipo muy pesado, con ciertas características y que en general se utiliza para analizar muestras en tierra.
Ante ello, realizarán adaptaciones a la parte electrónica y a la parte mecánica para que estos vehículos puedan transportar el equipo de procesamiento de manera segura.
El investigador adelantó que se encuentran en los últimos ajustes del diseño del prototipo, y a partir de los siguientes meses comenzarán la realización física y la implementación de software.
Esta tecnología se puede utilizar en agricultura de precisión ya que la recolección de información permite saber de manera óptima cuál es el estado de la vegetación, del cultivo y dónde es necesario regar más o menos fertilizante.