Arizona “oficialmente se ha declarado racista. Un racismo dirigido claramente a la población mexicana y latinoamericana en general y a partir de perfiles puramente raciales”, escribió en un artículo en el diario El País.
El cumplimiento de esa norma, aprobada a fines de abril y matizada el pasado fin de semana ante las críticas, “crea castas dentro de la sociedad interrumpiendo procesos de integración y convirtiendo la intimidación en base de una mala convivencia social”, añadió.
Criticó el cambio de posición del senador y ex candidato presidencial republicano John McCain, y recordó que con el fallecido senador demócrata Edward Kennedy, elaboró un proyecto de ley migratoria generosa, jurídicamente fundada y que favorecía la reagrupación familiar.
“McCain se ha sumado a una iniciativa represiva y racista que niega la propia trayectoria del senador, hoy por hoy un simple oportunista que quiere derrotar con argumentos más papistas que el Papa a su opositor en las primarias”, sostuvo.
Consideró importante la calificación de “hostigamiento” que hizo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre esa nueva Ley, lo que hace claro que es inconstitucional debido a que el tema migratorio es privativo de la Federación y no de los Estados de la Unión.
Recordó que ya hay casos de leyes de ese tipo que han debido ser derogadas por tribunales superiores, pero en tanto la población hispana en Estados Unidos sufrirá la detención arbitraria y la discriminación.
Destacó que “una tercera parte de los niños pobres en Estados Unidos son latinos y el clima creado por Arizona va a entorpecer gravemente la incorporación de estos jóvenes a la sociedad política, económica y social norteamericana. Todos salen perdiendo. Todos acaban temiendo”.
Este problema se suma a otros ya existentes en esa frontera como el narcotráfico y el tráfico de armas, que sólo se derrotarán con una fuerza mayor a los grupos criminales o con la despenalización de las drogas.