"Nosotros advertimos de que el conflicto político no debe convertirse en un conflicto religioso, porque una vez que comience, no va a terminar", dijo Abbas en una reunión de representantes de ciudades internacionales en Ramalá.
Abbas formuló sus declaraciones después de que en las últimas semanas aumentaran las tensiones entre israelíes y palestinos en Jerusalén, especialmente en la Explanada de las Mezquitas (Monte del Templo para los judíos).
"Dejen en paz a nuestras mezquitas y nuestras iglesias, y nosotros vamos a dejar en paz a las sinagogas de ustedes", reclamó Abbas.
Un ataque perpetrado la semana pasada por dos palestinos contra una sinagoga en Jerusalén causó la muerte de cinco israelíes, cuatro de ellos rabinos.
El presidente palestino había advertido el 11 de noviembre, en el décimo aniversario de la muerte del líder palestino Yassir Arafat, que los intentos de Israel de cambiar las reglas para acceder al santuario que se disputan musulmanes y judíos "están llevando a la región y al mundo a una guerra religiosa destructiva". (DPA)