"Ya déjenme, qué se creen", espetó María de los Ángeles Pineda Villa a los agentes que la tomaron del brazo para llevársela, a las 02:30 de la madrugada, en una casa de dos plantas del barrio capitalino de Iztapalapa donde se refugiaban.
En un video de 01:45 minutos de duración difundido por la cadena Televisa se ven algunos momentos de la detención.
La policía llega en varios vehículos a la zona donde está la casa y una vez adentro se observa tranquilo al ex alcalde José Luis Abarca, con camisa y saco oscuro, y a su esposa acomodando objetos personales. Luego se la ve sentada, presuntamente en una patrulla, con gesto serio y enojado.
"Ya no aguantaba esconderme", dijo el ex alcalde de acuerdo con las declaraciones difundidas por medios mexicanos. Según las autoridades, el matrimonio Abarca-Pineda no opuso resistencia.
El comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, dio a conocer el martes por la tarde que la detención fue posible gracias a un seguimiento que se hizo a los allegados de Abarca.
En particular quedaron bajo la mira tres viviendas de Iztapalapa, un bastión del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece Abarca.
La vigilancia a una mujer en particular, Noemí Berumen Rodríguez, ahora detenida por encubrimiento, fue la que permitió dar con el sitio correcto, de acuerdo con la fiscalía.
Según el diario "Reforma", la mujer fue identificada como una de las amigas más cercanas de Yazareth Liz Abarca Pineda, hija del ex alcalde, gracias a imágenes de una cuenta de Facebook.
La policía la siguió y vio que acudía a menudo a una casa de Iztapalapa con apariencia de estar abandonada, además de que tenía comunicación telefónica frecuente con la hija del ex alcalde.
El jefe delegacional de Iztapalapa, Jesús Valencia Guzmán (PRD), puso en duda que ambos hubieran sido detenidos en ese distrito y consideró extraño que Abarca estuviera vestido como se le vio en el video siendo la madrugada.
Abarca y su esposa, supuestos operadores del cártel Guerreros Unidos, son acusados de la autoría intelectual del ataque cometido por policías municipales contra los estudiantes, que dejó seis muertos, 25 heridos y 43 desaparecidos el 26 de septiembre.
No obstante, se desconoce si ellos saben cuál fue el destino de los jóvenes desaparecidos, que fueron entregados por los policías a los Guerreros Unidos.
Sicarios detenidos dijeron que los jóvenes fueron asesinados, pero hasta ahora no han sido encontrados ni vivos ni muertos y primeros estudios de ADN realizados a 38 cuerpos encontrados en fosas descartaron de manera preliminar que se trate de ellos.
Ahora se está a la espera de resultados del prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense, designado por las familias para hacer un peritaje independiente. (DPA)