"Con la condición establecida en nuestra decisión se impide que a causa de la fusión entre ambas empresas se dé un aumento de los precios", explicó el comisario de Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia.
Hapag-Lloyd y CSAV saludaron la autorización de la UE. La naviera alemana indicó que aún falta la aprobación de otros países, después de que las autoridades de competencia de Estados Unidos dieran luz verde a la fusión a principios de agosto. La fusión debe ser aprobada en total por 15 autoridades antimonopolio del mundo.
Las compañías firmaron un contrato para unir sus actividades en el sector de contenedores con un volumen de negocios de cerca de 12,000 millones de dólares, más de 200 naves y una capacidad de transporte combinada de un millón de contenedores estándar TEUs y volúmenes de carga transportados de casi 7.5 millones de TEUs anuales.
La fusión acordada este año implicará la incorporación total de las actividades de CSAV en el sector de contenedores a las de Hapag-Lloyd una vez recibida la anuencia de las autoridades antimonopolio. La sede de la nueva naviera será Hamburgo y la central de América Latina estará ubicada en Chile.
Fundada en 1872, la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) es la única naviera de su tipo en América Latina y ocupa el vigésimo lugar en el sector del transporte de contenedores a nivel mundial. Cuenta con unas de 50 naves y factura unos 3,000 millones de dólares al año.
La mayoría de CSAV es ostentada por el grupo Quiñenco de la familia de empresarios chilenos Luksic.