El fallecimiento del banquero más conocido de España llega cuando él estaba organizando la cesión del testigo de la mayor entidad financiera de la zona euro a su hija Ana Patricia, de 53 años y actual consejera y responsable del Santander en Reino Unido.
Dentro de siete meses expiraba el mandato actual de Botín al frente del banco al que dedicó toda su vida y que convirtió en un gigante internacional.
La comisión de nombramientos y el consejo de administración del Santander iban a reunirse hoy para designar nuevo presidente de la entidad española, que tiene una capitalización bursátil superior a los 90,000 millones de euros.
La conmoción sacudió la vida económica y política de España cuando el Banco Santander informó a primera hora de la mañana de hoy del fallecimiento de su presidente.
"Ha sido una sorpresa y, al mismo tiempo, ha sido un mazazo", manifestó el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy. "Emilio Botín ha sido un gran embajador de la marca España".
Nacido en 1934 en Santander, en el norte de España, Botín era bisnieto, nieto, hijo y padre de banqueros. Llevaba en el Banco Santander desde finales de los años 50. En 1964 fue nombrado director general. La presidencia le llegó en 1986.
Botín fue el artífice de la construcción del gigante financiero que es el grupo Santander.
Dirigió una política expansiva en la que en España compró Banesto y absorbió el Banco Central Hispano y dio el salto fuera de las fronteras españolas con la compra del estadounidense Sovereign Bank e importantes entidades latinoamericanas.
Sus restos mortales iban a ser trasladados hoy a Santander, según fuentes de la entidad española.
El Santander terminó 2013 con un beneficio neto de 4,370 millones de euros. Los activos sumaban 1.11 billones de euros.(DPA)