Burger King indicó que la adquisición de Tim Hortons es para acelerar el crecimiento y no para ahorrar impuestos. Ahora, la cadena de comida rápida puede trasladar su sede principal a Canadá y por lo tanto beneficiarse de ventajas fiscales.
"Esta transacción es sobre crecimiento.... crecimiento rentable muy, muy rápido", dijo el director ejecutivo de Tim Hortons, Marc Caira. La unión "nos permitirá capitalizar nuestro potencial para el crecimiento internacional al aprovechar la red de socios, experiencia y desarrollo global de Burger King".
La adquisición de Tim Hortons por parte de Burger King crea la tercera mayor cadena de comida rápida del mundo. Algunos medios especularon que con este acuerdo, Burger King buscaba beneficios fiscales.
El impuesto de sociedades en Canadá es de en torno a un 26.5 por ciento, según la empresa de asesoría KPMG, frente al 40 por ciento promedio en Estados Unidos, la cifra más alta de los países desarrollados.
Según las leyes estadounidenses, cuando al menos un 20 por ciento de las acciones se encuentran en manos de accionistas extranjeros, la firma puede cambiar su sede. A causa de ello, desde principios de 2012 unas 20 compañías estadounidenses han anunciado fusiones. El presidente Barack Obama quiere cambiar la norma para cerrar el agujero fiscal, pero se enfrenta a la oposición de los republicanos que exigen a cambio concesiones en otros puntos de las leyes de recaudación.
Sin embargo, Caira y otros directivos negaron que la motivación para acordar la transacción haya sido buscar una reducción en el pago de impuestos.
Burger King, que tiene locales en cerca de 100 países del mundo, ayudará a Tim Hortons a expandirse. Juntas las dos firmas tienen una facturación anual de 22,000 millones de dólares y más de 18,000 sucursales. (DPA)