De acuerdo con el diario, la NSA podía usar estos programas para realizar ciberataques. De todas formas, la agencia garantizó que se trataba de una "defensa activa" y no de un instrumento de ataque.
En la mayoría de los casos, el software fue instalado a través de redes, indicó el periódico, en base a documentos de la NSA, expertos en computación y funcionarios.
La NSA habría utilizado también una tecnología que le permite tener acceso a los ordenadores aún cuando no están conectados a Internet. Al parecer, el servicio secreto puede preparar los aparatos de forma que puede acceder a ellos sin estar en red. Esta tecnología se basa en ondas de radio, que transmiten datos a través de componentes colocados en forma secreta en las computadoras. La estación de recepción no debe estar a más de 13 kilómetros de distancia.
Con esta tecnología se puede acceder a PCs de personas que intentan evitar Internet para no ser vigiladas. El aparato emisor puede ser una pieza que se esconde dentro del PC, en un USB o en los enchufes.
Es así como en conjunto la NSA, según la información, consiguió llegar a casi 100,000 PCs con sus programas. Lo que está en consonancia con anteriores informaciones sobre la amplia dimensión de la vigilancia.
Con el software se accedió, entre otros a PCs del Ejército ruso y chino así como de la policía mexicana y de los carteles de la droga al sur de Río Grande, pero también se vigiló a instituciones del comercio dentro de la Unión Europea. Además, entre los objetivos a vigilar figuran países como India, Pakistán y Arabia Saudí. Una portavoz de la NSA subrayó entonces que el servicio secreto no se había realizado espionaje económico.
En China, según la información, hubo un ataque contra un departamento del Ejército chino en Shanghai, del que Estados Unidos sospechaba que estaba tras los ciberataques en Occidente. Las autoridades chinas siempre lo negaron.
De acuerdo con los documentos del informante Edward Snowden, el servicio secreto estadounidense instaló dos centros de computación posiblemente a través de empresas pantalla, según "The New York Times».
No hay pruebas de que el softwares de espionaje haya sido empleado en Estados Unidos, lo que según la legislación del país sería ilegal. La propia NSA describe el programa con el nombre en clave "Quantum". La agencia insistió en que que se trata de una "defensa activa" y no de un instrumento de ataque.