Manning perdió el domingo la oportunidad de buscar con Denver Broncos su cuarto Super Bowl y su segundo título. A los 38 años, la derrota ante su ex equipo, los Indianapolis Colts de Andrew Luck, el joven que lo sucedió, tuvo cierto significado de relevo generacional.
"No puedo dar una respuesta simple. Lo estoy procesando", dijo el domingo Manning al ser preguntado sobre si jugará la próxima temporada.
Su contrato con los Broncos, el equipo en el que relanzó su carrera después de cuatro operaciones de cuello, expira ahora.
"No jugué regularmente bien en la segunda parte de la temporada", admitió el quarterback, que enfrenta dudas sobre su rendimiento pese a que en octubre batió el récord de pases para touchdown de la historia de la liga de futbol americano (NFL), superando a Brett Favre.
La temporada pasada batió también el récord de la NFL de touchdowns en un partido, siete ante Baltimore en la primera jornada. Y acabó la campaña con otras dos mejores marcas históricas en la liga: un total de 55 touchdowns y 5,477 yardas ganadas.
Todo ello le valió su quinto premio MVP, aunque no conquistó el título, ya que los Broncos perdieron el Super Bowl ante Seattle Seahawks.
Tras una buena primera parte temporada, el rendimiento de Manning y con él el de los Broncos comenzó a declinar a partir de noviembre.
Manning buscaba ser el primer quarterback en ganar el Super Bowl con dos equipo distintos -lo ganó ya con los Colts en 2007- y en ser el más veterano en lograr el gran título. Su balance en playoffs con los Broncos en tres temporadas es un decepcionante 2-3.
Hace dos semanas tenía claro que volvería en 2015 con los Broncos. Pero tras la dura e inesperada derrota del domingo, nada es seguro. (DPA)