La compañía reconoció que los márgenes de explotación están por debajo de los esperados y su presidente, Ben Verwaayen, declaró que ha sufrido el impacto de un menor volumen y de unas condiciones desfavorables, "sobre todo en los servicios".
La facturación quedó en el primer trimestre de este año en los 3,206 millones de euros, una caída del 12.3 por ciento en datos interanuales comunicados y del 14.8 por ciento a tipo de cambio constante, precisó la compañía.
La mayor caída de la facturación (36 por ciento) se dio en el área Asia-Pacífico, seguido del 32 por ciento de reducción de la cifra de negocios en Europa; la menor reducción en el período se observó en Norteamérica, donde sólo cayó un 4.8 por ciento.
"Los resultados de hoy reflejan un comienzo lento del año aunque demuestran un buen control tanto de caja como de costos y una posición fuerte en relación con nuestra oferta de productos de próxima generación", añadió Verwaayen.
Los beneficios netos del grupo, sin embargo, arrojan un resultado positivo de 398 millones de euros, resultado de la cesión de su filial Genesys.