"Los fabricantes bajaron precios artificialmente para que los consumidores eligieran los nuevos aparatos de plasma y LCD", explicó en una rueda de prensa el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia.
Bruselas decidió imponer la multa tras contrastar las prácticas anticompetencia tanto para televisores, el primer cártel, como para monitores de ordenador, el segundo, a lo largo de diez años, entre 1996 y 2006.
Phillips, con una multa de 313.3 millones de euros y LG Electronics, con otra de 295.5, ambas participantes de los dos cárteles al mismo tiempo, se llevan el mayor castigo de la Comisión Europea, que también ha sancionado a Samsung, Panasonic, Toshiba, MTPD, Chunghwa y Technicolor (anteriormente Thomson).
Para la cuantía de cada multa, la CE tuvo en cuenta las ventas de cada fabricante, la gravedad de su implicación y su ámbito y temporal.
Japón, Corea y Taiwán también investigan en sus jurisdicciones prácticas anticompetencia.
Almunia, explicó a los periodistas que la mayoría de las reuniones de los empresarios en ambos cárteles tuvieron lugar en campos de golf, y que durante las investigaciones encontraron documentación en que se pedía discreción a las compañías para que no llegara a los oídos de los consumidores ni la propia CE.
El comisario, que defendió la lucha de Bruselas contra las prácticas monopolísticas en el mercado europeo, acusó a los fabricantes de televisores de "conspirar en vez de competir entre ellos por conseguir mayor innovación y precios más competitivos para los consumidores".