El mundo debe actuar con mayor rapidez para aprovechar el potencial de la economía digital: OCDE

Según la presentación realizada hoy por la OCDE ante ministros y funcionarios de alto nivel de casi 40 países, los gobiernos deben actuar con mayor celeridad para fomentar una utilización mayor de Internet entre particulares y empresas, y eliminar barreras regulatorias a la innovación digital, pues se arriesgan en otro caso a perder los beneficios económicos y sociales, potencialmente ingentes, que brinda la economía digital.

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En la apertura de la Reunión ministerial sobre la economía digital de 2016, que se celebra en Cancún, México, el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, declaró que las políticas y las legislaciones nacionales, en todas las áreas desde la educación a la inversión, no están siguiendo la rápida evolución de la innovación digital. Con objetivo de estrechar la brecha entre las personas que disponen de conexión digital y las que carecen de ella, los países deben poner remedio a la desaceleración de la inversión en Internet y en tecnologías de las comunicaciones (TIC), ampliar las infraestructuras de alta velocidad de Internet y reforzar las competencias digitales.

“Un número demasiado elevado de países están aplicando un enfoque propio del siglo XX a una tecnología del siglo XXI que progresa a una velocidad desconocida hasta ahora,” afirmó Gurría. “Internet está transformando profundamente el modo en que vivimos y trabajamos, pero podríamos estar obteniendo unos beneficios aún mucho mayores. Cuanto más se prolonguen nuestras vacilaciones en torno a la economía digital, menos se beneficiarán de ella nuestras sociedades.”

La transformación digital traspasó un umbral crítico en 2013, cuando el Internet de alta velocidad se expandió hasta alcanzar al 80 por ciento de la población en las economías avanzadas y las ventas de teléfonos inteligentes superaron a las de los de teléfonos móviles convencionales. Ello ha dado lugar a una era de computación móvil omnipresente que ha impulsado la banca en línea, el comercio electrónico y las plataformas digitales para servicios como el transporte compartido o el alquiler de viviendas, hasta el punto de que es urgente que actuemos conjuntamente para analizar la mejor forma de explotar las nuevas oportunidades.

Cuatro mil millones de personas carecen todavía de acceso a Internet, y las Naciones Unidas se han fijado como objetivo facilitarles dicho acceso para 2020. Es demasiado reducido el número de empresas que han adoptado tecnologías digitales avanzadas, como las herramientas de gestión de la cadena de suministro que pueden impulsar la eficiencia y la innovación. Por ejemplo, menos de un 30 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de los países de la OCDE utilizan la computación en la nube. Los factores que desincentivan la inversión son los precios de acceso a los datos e infraestructuras digitales, así como los temores acerca de los riesgos de seguridad y los derechos de privacidad.

Si bien es cierto que 27 de los 34 Estados miembros de la OCDE han adoptado estrategias digitales nacionales, a la hora de articularlas no se mantuvieron suficientes consultas entre los países. Una mayor coordinación podría contribuir a resolver problemas difíciles como la seguridad, la privacidad y las barreras regulatorias que afectan a las plataformas P2P o a servicios como la telemedicina.

El grado de apertura de Internet también afectará al potencial de la economía digital. Conforme al informe One Internet de la Comisión Global sobre la Gobernanza de Internet (GCIG), presentado en la Reunión ministerial, un Internet abierto y accesible debería generar unos beneficios económicos de varios miles de millones de dólares al año. Por el contrario, un Internet fragmentado lastraría la inversión, el comercio y el PIB, y menoscabaría los derechos de libertad de expresión y de acceso al conocimiento.

Hechos y cifras de la economía digital:

  • Al final de 2015, un 43 por ciento de la población mundial tenía acceso regular a Internet, pero cuatro mil millones de personas seguían careciendo de él; aproximadamente tres cuartas partes de estas personas residen en 20 países, según GCIG. Probablemente, las próximas mil millones de personas que se conecten lo harán a través de dispositivos móviles. Dinamarca, Islandia y Noruega son líderes en materia de conectividad, y en estos países al menos un 95 por ciento de los adultos estaban conectados a Internet en 2014.
  •  Durante el período 2001-13, la inversión en TIC de los países de la OCDE, incluido el gasto en infraestructuras, sistemas de transmisión y software de empresa, descendió a un 2.7 por ciento del PIB desde un 3.4 por ciento (en términos de inversión total, cayó de un 14.8 por ciento a un 13.5 por ciento.) Según los estudios de empresas realizados por la OCDE, el gasto en TIC, para ser efectivo, ha de estar acompañado por la formación en competencias e inversiones paralelas destinadas a integrar las tecnologías digitales avanzadas en los modelos y procesos de negocio.
  • En 2014, casi un 95 por ciento de las empresas de los países de la OCDE contaban con banda ancha, un 76 por ciento tenían un sitio web y un 50 por ciento realizaban actividades de comercio electrónico. La computación en la nube es utilizada por un 40 por ciento de las empresas con más de 250 trabajadores, pero en el caso de las pymes ese porcentaje se reduce a menos de un 30 por ciento. Este hecho resulta preocupante, ya que la menor difusión de las nuevas tecnologías y conocimientos entre las empresas más rezagadas, con respecto a las más punteras, podría ser una de las fuentes de la actual ralentización de la productividad. Los estudios de la OCDE muestran que las empresas que usan datos y análisis de datos, por ejemplo a través de sensores instalados en la maquinaria, pueden mejorar la productividad laboral en un 5-10 por ciento.
  • En los países de la OCDE, existen en promedio 28,8 suscripciones de banda ancha fija por cada 100 habitantes, oscilando entre 50.5 por 100 en Suiza y 11.2 por 100 en México. (Archivo excel de datos sobre suscripciones de banda ancha fija e inalámbrica, junio de 2015)
  • En los países de la OCDE, existen en promedio 85.5 suscripciones de banda ancha móvil por cada 100 habitantes, oscilando entre 138.8 por 100 en Finlandia y 34.4 por 100 en Hungría.
  • En los países de la OCDE, el porcentaje de conexiones de fibra sobre las suscripciones de banda ancha fijas es del 17.9 por ciento, frente a un 31.5 por ciento en el caso del cable y un 47.6 por ciento en el caso del DSL. El porcentaje de la fibra varía entre un 72.6 por ciento de las conexiones de banda ancha en Japón y un 0.2 por ciento en Grecia.