Toshiba atribuyó este frenazo a la apreciación del yen, al impacto del terremoto de marzo del año pasado en Japón y a las inundaciones de otoño en Tailandia, así como al debilitamiento de los mercados europeo y estadounidense.
Durante el pasado año fiscal, que en Japón concluyó el 31 de marzo, la compañía tuvo un beneficio operativo de 206,600 millones de yenes (1,987 millones de euros), un 14 por ciento menos que el mismo periodo del año anterior, según los datos difundidos hoy.
Los ingresos por ventas también se resintieron durante 2011 al caer un 4.6 por ciento, hasta los 6.1 billones de yenes (unos 58,666 millones de euros).
Además de la fortaleza del yen y el impacto del seísmo de 2011, las ramas de productos digitales, electrodomésticos y aparatos electrónicos de Toshiba sufrieron la caída de precios y demanda de televisores LCD en Japón, a lo que se sumó el fin de las subvenciones estatales a la compra de dispositivos de bajo consumo.
Por el contrario, la división de infraestructura social (que incluye equipos médicos, ascensores, material de construcción y equipos de generación para plantas eléctricas) incrementó sus ventas en un 5.9 por ciento gracias a su expansión en el mercado global.
La compañía tokiota espera que su rendimiento se recupere durante este ejercicio apoyado en los sólidos beneficios procedentes de esta rama, y también gracias a mejoras en sectores como el de productos digitales.
Por ello, Toshiba prevé que su beneficio neto para el año fiscal 2012, que en Japón concluirá el 31 de marzo de 2013, se dispare y crezca en un 83.2 por ciento hasta los 135,000 millones de yenes (1,297 millones de euros).
También espera que su beneficio operativo se incremente en un 45.2 por ciento hasta los 300,000 millones yenes (2,884 millones de euros), y que sus ventas aumenten un 4.9 por ciento hasta 6.4 billones de yenes (61,526 millones de euros).