En concreto, el BCC concedió hasta noviembre pasado 133,291 créditos, más del 90 por ciento destinado a acciones relacionadas con la construcción, y por un valor medio de 6,000 pesos cubanos (unos 250 dólares).
El ministro-presidente del Banco Central de Cuba, Ernesto Medina Villaveirán, afirmó que la nueva política crediticia "marcha bien" y ha tenido una "implementación favorable", en una entrevista publicada hoy por el diario oficial Granma.
Medina indicó que la mayoría de las solicitudes de créditos se han realizado para comprar materiales y pagar mano de obra en acciones de reparación y construcción de viviendas, lo cual estaba previsto como "uno de los objetivos principales" de la nueva norma.
No obstante, añadió que se está "instruyendo" a los bancos para que sean "más proactivos en los financiamientos a los trabajadores por cuenta propia y a otras formas de gestión no estatal".
La nueva política crediticia entró en vigor en diciembre de 2011 y permite la financiación bancaria al sector no estatal con el objetivo de dinamizar el trabajo autónomo, la producción agropecuaria y la rehabilitación de viviendas.
La medida forma parte de los ajustes impulsados por el gobierno del presidente Raúl Castro con el propósito de "actualizar" el modelo económico cubano y superar la grave crisis que arrastra el país.
El plan de reformas de Castro ha abierto un pequeño resquicio al trabajo privado o "cuentapropismo", como se conoce en el país, y pretende además ser una alternativa laboral a la reducción de empleos públicos para adelgazar las infladas plantillas estatales.