¿Cuál es el número ideal de tarjetas de crédito?

A raíz de la pandemia por COVID-19, el uso de las tarjetas de crédito y débito ha cambiado: de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) durante los primeros 6 meses del año, las compras de los mexicanos con tarjetas de crédito en rubros como tiendas de autoservicios y centros comerciales se incrementó un 60%.

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Sin duda uno de los rubros que más está incentivado la pandemia son las compras en línea, ya que son más seguras porque se realizan por medio de pago digitales y tarjetas de crédito, lo que permite disminuir el contacto social, necesario para contener la transmisión del virus.

En este sentido, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018 del INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el 34% de los usuarios de la banca en México cuentan con al menos una tarjeta de crédito, pero 27% de ellos tiene hasta 3 productos financieros.

La Ciudad de México es la primera a nivel nacional donde se utilizan diversos métodos de pago además del efectivo, 21% de quienes tienen tarjeta de crédito prefieren hacer sus compras con este producto financiero, y la mayoría la usan para pagos mayores a 500 pesos, según la ENIF 2018.

“Hacer compras por montos mayores con tarjeta de crédito es una excelente opción, pues ayuda a administrar mejor los gastos, ya que puedes pagarla a fin de mes, o puedes tener beneficios como descuentos o pagos a meses sin intereses; sin embargo la cantidad recomendada de tarjetas de crédito depende en gran medida de los ingresos, necesidades y estilo de vida de cada usuario”, señala Sebastián Medrano, director de la plataforma mexicana de servicios financieros Coru.com.

Si bien es cierto que tener más de una tarjeta de crédito aumenta la facilidad de compra, la flexibilidad de pago y las recompensas para el usuario, “es importante hacer un uso responsable de las tarjetas. En México muchas personas cometen el error de pensar que una tarjeta de crédito es dinero extra y no es así: son instrumentos financieros que nos dan muchos beneficios, pero no son dinero tal cual, ya que todas las compras que se hagan tendrán que liquidarse”.

Antes de optar por una segunda o tercera tarjeta de crédito debemos preguntarnos “¿para qué la necesitamos?”; es decir, siempre debemos tener clara la finalidad de adquirir esta nueva tarjeta, pero si la respuesta es que la queremos porque nuestros gastos superan nuestros ingresos y necesitamos dinero con urgencia o porque llegamos al tope de gasto otra tarjeta, esto puede ser un indicador de que tener una más no es una buena opción.

No obstante, de acuerdo con Coru.com, bajo algunas circunstancias podría ser útil tener más de una tarjeta de crédito:
Compras en línea. Tener una tarjeta de crédito sólo para realizar compras en línea puede ser una buena opción, incluso hoy en día es posible generar a través de aplicaciones tarjetas digitales especiales para realizar este tipo de pagos, lo cual las hace muy seguras pues los datos cambian con cada compra, por lo que sólo funciona para hacer un pago a la vez, lo que garantiza que la información no se clone.

Tarjetas con beneficios adicionales. Antes de elegir una segunda tarjeta de crédito es importante informarse de los beneficios con los que cuenta y, con base en ellos, elegir la que más se adapte a nuestras necesidades. Por ejemplo, más facilidades de pago, descuentos en tiendas que frecuentamos habitualmente, sin costo de anualidad, menores tasas de intereses, entre otros.

Transferir saldos. También se puede ahorrar si se transfieren los saldos de una(s) tarjeta de crédito a una nueva con una tasa de interés más baja.

Antes de contratar más de una tarjeta de crédito, debemos asegurarnos de seguir estas recomendaciones:
Pagar a tiempo. Esto hace una gran diferencia, recordemos que hay fechas límite de pagos, por lo que lo más recomendable es nunca pagar después de dicha fecha, sobre todo si tenemos planeado contratar más de una tarjeta, pues esto aumentará los intereses y los pagos mensuales.

No usar todo el crédito disponible. Hay que procurar organizar nuestras compras de modo que no usemos todo el crédito disponible; guardarlo para una emergencia será útil. “Lo más recomendable es que el gasto de nuestra tarjeta de crédito no exceda el 30% de nuestros ingresos, de este modo nos será fácil cumplir con los pagos sin sacrificar otros compromisos”, señala Medrano.

Usar una sola tarjeta por lo menos un año. Probar con una sola tarjeta de crédito durante un año, por lo menos, ya que si logramos administrarnos bien con una por un año, seguramente podremos hacer lo mismo con dos.