Repercute la tragedia de la guardería de Hermosillo en la elección

La tragedia de la guardería ABC, que tanto llanto y melancolía expandió sobre este pueblo, también sembró el desánimo electoral a 48 horas de instalarse las urnas para elegir gobernador, alcaldes, diputados locales y federales.

El luto que guardan sus habitantes tras el incendio que provocó la muerte de 48 niños, ensombreció los días de campaña.

A dos días de los comicios la capital de la entidad luce tapizada de propaganda del priista Alfonso Elías Serrano y del panista Guillermo Padrés Elías, candidatos a la gubernatura, pero el ánimo de la ciudadanía es otro. Todavía no han dejado de llorar a sus muertos.

La lista nominal del padrón es de un millón 800 mil electores, quienes definirán al sucesor de Eduardo Bours, actual gobernador quien se encuentra envuelto en la polémica derivado del fatídico incendio de la guardaría ABC.

De acuerdo con los pronósticos de autoridades locales y politólogos estiman que el abstencionismo podría registrar un nivel histórico en la entidad.

A diferencia de otros procesos electorales, este domingo los sonorenses se alistan para solidarizarse con movilizaciones en apoyo a las familias de los niños que perecieron en el incendio del pasado 5 de junio, y han puesto en duda su participación en la contienda.

El desánimo es evidente, lo transpiran y transmiten en barrios y colonias. Todos hablan de la tragedia, exigen justicia, pocos mencionan o recuerdan los nombres de los candidatos a puestos de elección popular.

Este domingo, se habrán de elegir 72 alcaldías, se renovará el congreso local, siete diputaciones federales y la gubernatura.

"Ya era hora que terminarán las campañas, eran puras descalificaciones y lo que realmente queremos es que haya justicia para los padres de los niños de la guardería", pidió el comerciante Francisco Esparza.

Otros muestran su desencanto hacia los políticos y las campañas, cuyo sentimiento habrán de materializar con el no asistir a las urnas.

"Porque ningún partido le ofrece llevar a su mesa los alimentos para su familia", declaró la mesera, Claudia Carbajal.

En tanto, los sonorenses tratan de regresar a la normalidad, aunque el tema sigue siendo la tragedia de la guardería, pues aseguran que es algo que no podrán olvidar mientras no haya justicia.

Otros se escudan en el tema de la crisis para no cumplir con una actividad cívica, pues justifican que prefieren ir a trabajar y no tienen tiempo para ir a votar, como es el caso de Francisco "N" un taxista que por un viaje cobra hasta 150 pesos por un traslado de 15 minutos.

Francisco alega que el alto costo que significa vivir en Hermosillo, las tarifas tienen que ir acorde a la inflación.

"Sino esto no es negocio, no sale para la papa, hay niños que mantener y la gasolina, las refacciones y todo está por las nubes.Y nosotros qué, no podemos comer ladrillos", enfatiza.

La melancolía se enraizó en este pueblo y difícilmente sus habitantes se la podrán sacudir de aquí al próximo domingo, día en que tienen una cita con las urnas.