El mandatario federal definió que los tres órdenes de gobierno deben trabajar conjuntamente en factores de tipo institucional, operacional, social y de participación ciudadana para recuperar Ciudad Juárez, y reconoció que será una lucha que costará tiempo, recursos e, incluso, lamentablemente, vidas humanas.
Al participar en el diálogo interactivo con la sociedad juarense, dentro de la reunión "Todos somos Juárez, reconstruyamos la ciudad", Calderón reconoció que se trata de un problema de seguridad interior, por la lucha de los grupos criminales por el control territorial.
Acompañado por diversos secretarios de Estado, por el gobernador José Reyes Baeza, y el alcalde José Reyes Ferriz, estableció que la participación ciudadana es fundamental, porque los gobiernos, por sí mismos, no pueden con el problema.
El mandatario federal comentó que se necesita de la participación de la gente para reconstruir el tejido social, al tiempo de reconocer que también tomará tiempo tener colonias, más calles, familias y jóvenes sanos.
Calderón escuchó las participaciones de diversos sectores de la sociedad, entre las cuales, una de ellas le planteó la necesidad de que los elementos del Ejército mexicano sean retirados de las labores de seguridad, y pidieron investigar presuntas desapariciones forzadas y violaciones a los derechos humanos.
"Si yo tuviera la certeza que retirando al Ejército mexicano se acabarían los problemas de violencia en Juárez, tengan la certeza que lo haría, pero mi temor es que es al revés, porque la lógica criminal implica que debe haber una autoridad que le haga frente y la combata", respondió el Ejecutivo.
"Porque sé que sería un golpe terrible, más grave aún para la seguridad de Juárez, el Ejército no se retira de Ciudad Juárez", enfatizó.
Mencionó que se busca de manera gradual, dar más responsabilidades a las autoridades municipales, estatales y federales, por lo que llamó a reconstruir rápidamente las policías en todos los niveles, con responsabilidad.
Asimismo, definió que el Ejército seguirá brindando un apoyo subsidiario, establecerá perímetros de seguridad y trabajará en estas labores no sólo en Ciudad Juárez, sino en la zona de Guadalupe y Praxedis.
El Ejecutivo federal manifestó estar en favor de recuperar el Estado de derecho y subrayó que el mayor quebranto a éste y la mayor amenaza a los derechos humanos no proviene del gobierno ni del Ejército, sino del crimen organizado "y debemos enfrentarlo con toda la fuerza del Estado".
Calderón Hinojosa subrayó que su gobierno no está dispuesto a tolerar abusos y pidió que si se habla de mil casos de desapariciones forzadas, éstas sean documentadas, porque tampoco se vale denostar a soldados mexicanos que están arriesgando su vida.
Dentro de los puntos de la estrategia, el mandatario adelantó que en el componente social se ampliará el programa Oportunidades para que llegue a 25 mil hogares de Ciudad Juárez, además se pondrán en marcha programas de agua y pavimentación en las zonas que carecen de estos servicios.
Adicionalmente, dijo que se trabajará en el establecimiento de guarderías o estancias infantiles en apoyo a las madres trabajadoras; en la recuperación y habilitación de espacios públicos, dentro de lo cual, ofreció una cancha de futbol americano en honor a los jóvenes asesinados el 31 de enero, así como programas de educación y una mayor cobertura en salud.
En el diálogo, Calderón escuchó la petición de un juarense en el sentido de aclarar las versiones de que un grupo de jóvenes fue impedido a ingresar a este centro de convenciones por la fuerza policial, ante lo que pidió al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, atender el tema.
También, Luz María Dávila García, madre de dos jóvenes asesinados, caminó hasta ubicarse frente al presidente y pedir justicia para sus hijos, así como para los demás jóvenes y demandar: "póngase en mi lugar".
Ante el mandatario federal, la mujer desahogó el sentimiento por la pérdida de sus dos hijos y tras unos minutos se dirigió de nueva cuenta a su lugar con lágrimas en los ojos, hasta donde la alcanzó Margarita Zavala, para darle unas palabras de aliento.